La chimenea más famosa del mundo tuvo millones de dólares en equipos de televisión en vivo dirigidos directamente hacia ella durante los últimos dos días, lo que despertó la curiosidad mundial sobre el excéntrico cilindro eclesiástico. Ahora, tú también puedes ser un experto en chimeneas del Vaticano con estos tres datos interesantes que pocos conocen.
Para eliminar la confusión sobre el color del humo durante las elecciones papales, el Vaticano emplea un sistema de doble estufa dentro de la Capilla Sixtina. Una estufa quema las papeletas, mientras que la otra contiene cartuchos químicos que producen humo negro o blanco.
Para obtener humo blanco, que indica una elección exitosa, se utiliza una mezcla de clorato de potasio, lactosa y brea griega.
El humo negro, que indica una votación inconclusa, se produce con perclorato de potasio, antraceno y azufre. Estos productos químicos garantizan que el color del humo sea distintivo y fácilmente reconocible para los espectadores.
Esto garantiza que las señales de humo sean inconfundibles para el público que espera en la Plaza de San Pedro. Las dos estufas están conectadas a una sola chimenea, lo que permite que el humo combinado se eleve visiblemente por encima de la capilla.
Los bomberos son responsables de instalar la chimenea en la parte superior de la Capilla Sixtina, asegurándose de que esté firmemente sujeta al sistema de conductos de humos conectado a las dos estufas interiores. Una vez instalada, la chimenea se somete a pruebas con humo de colores para garantizar su correcto funcionamiento antes del inicio del cónclave.
Además de la chimenea, los técnicos también instalan un suelo elevado para proteger el pavimento de mosaico original de la capilla y ocultar equipos modernos como inhibidores de ruido para celulares. El interior también está preparado con sillas y mesas de madera de cerezo, tapizadas con tela beige y burdeos, para los cardenales.
La estufa de hierro fundido utilizada para quemar las papeletas durante los cónclaves lleva grabadas las fechas de elecciones papales anteriores. Esta estufa, utilizada por primera vez en 1939 para la elección del papa Pío XII, se ha empleado en cónclaves posteriores. Los grabados sirven como registro histórico, marcando cada vez que la estufa participó en la elección de un nuevo papa.