El senador Ted Cruz, republicano por TX, y el representante Andy Ogles, republicano por TN, presentaron una legislación que busca evitar que el gobierno federal obligue a sus empleados a utilizar pronombres “preferidos” LGBTQ.
El viernes, Cruz presentó la versión del Senado de la “Ley de salvaguardia de la libertad de expresión”, mientras que Ogles presentó la versión de la Cámara.
Según el texto del proyecto de ley, “prohibiría el uso de fondos para implementar, administrar o hacer cumplir medidas que requieran que ciertos empleados se refieran a un individuo mediante los pronombres preferidos de dicho individuo o un nombre distinto del nombre legal de dicho individuo, y para otros fines”.
“Obligar a alguien a utilizar pronombres que no concuerdan con el sexo biológico de una persona es una violación inconstitucional de la Primera Enmienda”, afirmó Cruz en un comunicado de prensa anunciando el esfuerzo. “El gobierno no tiene por qué obligar a nadie a utilizar pronombres que contradicen la realidad biológica”.
“¿Te imaginas ser reprendido o despedido de tu trabajo por no usar los ‘pronombres preferidos’ de una persona?” Ogles escribió en el mismo comunicado.
“Desafortunadamente, eso es exactamente lo que el régimen de Biden ha impuesto en sus últimas directrices del Departamento de Salud y Servicios Humanos [HHS]”, continuó:
La izquierda radical está coaccionando activamente el discurso de los individuos, todo ello al servicio de una delirante agenda del despertar. Su gobierno no debería pedirle al pueblo estadounidense que subvencione las violaciones de la Constitución de los Estados Unidos. Agradezco los esfuerzos del senador Cruz por liderar la lucha en el Senado y espero considerar esta legislación en el 118º Congreso.
El comunicado de prensa de Cruz señaló que CatholicVote apoya esta legislación propuesta.
Craig Bannister, del Media Research Center, informó que la legislación de Cruz y Ogles “daría derecho a los empleados y contratistas federales a demandar y cobrar daños y perjuicios de hasta 100.000 dólares si una agencia o departamento federal los obliga a utilizar pronombres personales biológicamente inexactos”.
Bannister también señaló que Cruz “atribuye el proyecto de ley a una nueva política gubernamental que, según él, viola los derechos constitucionales de los empleados tanto a la libertad de expresión como a la libertad de religión”.
“El 11 de octubre de 2023, el Departamento de Salud y Servicios Humanos emitió una nueva ‘Política de inclusión y no discriminación de identidad de género para empleados y solicitantes’”, explicó la oficina de Cruz en una sección de “Antecedentes” del comunicado de prensa:
Entre muchos otros cambios dañinos, esta política obligó a expresarse al exigir a los empleados y contratistas del HHS que llamaran a otros empleados por sus “pronombres preferidos”, incluso si esos pronombres no se alinean con la realidad biológica.
Este mandato de expresión viola la Primera Enmienda al obligar a los empleados y contratos gubernamentales a afirmar la idea de que la “identidad de género” de una persona puede separarse de su sexo biológico. Además de ser una violación de la Cláusula de Libertad de Expresión, también es una violación de la Cláusula de Libre Ejercicio, ya que cualquiera que tenga convicciones religiosas que difieran de la visión del HHS sobre la sexualidad humana se vería obligado a negar públicamente su fe.