Una controvertida y explícita estatua de la Santísima Virgen dando a luz fue decapitada sólo cuatro días después de ser exhibida en la “Nueva Catedral”, en la ciudad austriaca de Linz.
La estatua representaba a la Santísima Madre en los momentos previos al nacimiento, con el abdomen y la parte inferior del cuerpo completamente expuestos.
La estatua formaba parte de una exposición conmemorativa del centenario de la Nueva Catedral, según informa la agencia de noticias Kronen Zeitung. La catedral, finalizada en 1924, es la más grande de Austria y tiene capacidad para 20.000 personas.
La teóloga Martina Resch explicó durante la exposición que la estatua “representa un fuerte compromiso con la Encarnación de Dios. La historia de la salvación no comienza con Jesús, sino con la Anunciación, y se hace viva en el momento en que nace una nueva vida”.
La artista Esther Strauß explicó que creó la estatua porque pensaba que faltaba ese momento en la historia artística que representaba a la Santísima Virgen. “Quizás María sea la mujer de la que existen más pinturas, dibujos y esculturas en el mundo. La mayoría de estas representaciones fueron realizadas por hombres”, afirmó Strauß.
“¿Por qué destaca entre todas las imágenes que faltan? La Natividad, que millones de personas celebran el 24 de diciembre, no está representada en ningún cuadro ni escultura. Cuando hablamos del nacimiento de Cristo, imaginamos a un niño en un pesebre, pero no a su madre dándole a luz”, añadió, justificando su escultura.
En su página web personal, Esther Strauß (1986) se describe a sí misma como “una artista de performance y lenguaje”. “En 2015, Strauß durmió y soñó en el diván psicoanalítico de Anna Freud en el Museo Sigmund Freud de Londres. En 2016, desenterró la tumba de su abuelo con sus manos y se lavó con la tierra que era su hogar”.
La agencia de noticias informó que los responsables de la exposición habían pensado que la imagen “causaría discusión, pero no el acto vandálico”.