El fundador de una organización católica sin fines de lucro basada en la hospitalidad bíblica compartió recientemente cuatro pasos que los fieles pueden tomar para mejorar su experiencia de peregrinación durante el Año Jubilar 2025, principalmente visitando con oración las iglesias locales que las diócesis han designado como lugares de peregrinación.
Participar en una peregrinación regional es “una oportunidad de interactuar con lo sagrado a nivel local”, dijo Will Peterson, fundador de Modern Catholic Pilgrim, al Catholic Standard en un artículo del 21 de marzo.
El Peregrino Católico Moderno es una organización sin fines de lucro que tiene como objetivo transformar la sociedad a través de la hospitalidad bíblica y la peregrinación geográfica.
El primero de los cuatro pasos que Peterson recomendó para quienes planean una peregrinación es discernir cuidadosamente su destino.
Ser peregrino significa saber adónde vas y cuáles son tus intenciones… Invito a los posibles peregrinos a discernir: ‘¿Adónde me siento llamado?’. ¿A la catedral? ¿A un santuario local? ¿Y por qué?’, dijo Peterson en el artículo para el medio de comunicación de la Arquidiócesis de Washington.
En segundo lugar, los animó a fijar una intención para la peregrinación, señalando que el propio lugar de peregrinación puede inspirar intenciones específicas.
En tercer lugar, Peterson animó a los católicos a simplemente orar. Recomendó a los peregrinos que escribieran sus oraciones y las llevaran consigo en su peregrinación, y añadió que los niños también podían dibujar sus intenciones para sentirse más involucrados. Para quienes deseen conectar aún más con la Iglesia, animó a pedir a otros intenciones que puedan llevar consigo en la peregrinación.
Peterson también animó a los fieles a recibir el sacramento de la reconciliación o asistir a misa después de su viaje, destacando la importancia de ofrecer las propias intenciones, especialmente en familia.
En cuarto lugar, la ruta que se toma podría ser en sí misma un medio de preparación espiritual para llegar al lugar de peregrinación. Por ejemplo, Peterson señaló que incluir una caminata durante el trayecto refuerza la idea de que la iglesia es un lugar sagrado e incluso puede transformar la percepción familiar de la misa.
“Creo que [caminar] va a cambiar la forma en que la familia vive la misa dominical”, declaró Peterson al Catholic Standard. “ Se convertirá en algo más parecido a: ‘Sí, esto es tierra sagrada’”.