En un renovado llamado a defender a los creyentes perseguidos en todo el mundo, una coalición de líderes cristianos y defensores de la libertad religiosa pidieron al presidente Donald Trump que priorice la libertad religiosa como una cuestión de seguridad nacional en su nuevo mandato.
Su carta del 2 de abril, respaldada por 60 firmantes, presiona para que se tomen acciones ejecutivas inmediatas para restaurar y promover los principios de “Estados Unidos Primero” con la libertad religiosa a la vanguardia.
El grupo detrás de la carta, liderado por Save the Persecuted Christians (STPC), expresó su gratitud por los esfuerzos previos de Trump en materia de libertad religiosa global y señaló el trabajo inconcluso que requiere renovada atención.
“Su Orden Ejecutiva de 2020 sobre Libertad Religiosa Internacional… no fue revocada y sigue vigente”, dice la carta. “Debe reiterarse como una estrategia de todo el gobierno y aplicarse plenamente. Se debe instar al Congreso a que le otorgue autoridad legal”.
La coalición señaló el informe World Watch de Open Doors, que muestra un aumento asombroso de la persecución cristiana mundial, que pasó de 215 millones de afectados en 2018 a más de 380 millones en la actualidad, un aumento del 57% en solo ocho años.
Sus recomendaciones al presidente abarcan preocupaciones tanto nacionales como internacionales. En el ámbito diplomático, la carta insta a Trump a aplicar la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 y su enmienda de 2016, a exigir designaciones más estrictas para quienes violan la libertad religiosa y a suspender las exenciones rutinarias que protegen a los países infractores de las sanciones.
La carta también pide el nombramiento de funcionarios clave, incluido un Embajador en Misión Especial para la Libertad Religiosa Internacional y un asesor del Consejo de Seguridad Nacional centrado en la misma causa.
Para abordar los desafíos internos, los firmantes recomiendan clasificar a la Hermandad Musulmana como una organización terrorista y resolver el atraso en las visas R1 que afecta al clero que ingresa a Estados Unidos.
“El retraso [en las visas] afecta la capacidad de los trabajadores religiosos de servir a las comunidades religiosas estadounidenses y puede conducir a una escasez de clérigos”, afirmó la coalición.
También abogan por vías de asilo protectoras para los cristianos que huyen de la persecución violenta en el extranjero, instando a la administración a “tener en cuenta que quienes buscan asilo… pueden venir a Estados Unidos y quedarse aquí mientras están en peligro”.
La carta también recuerda un momento decisivo del primer mandato de Trump: su desafío público al presidente nigeriano Muhammadu Buhari por la persecución cristiana.
“Hasta el día de hoy, nuestros colegas en Nigeria recuerdan su reunión con el entonces presidente Muhammadu Buhari, cuando le preguntó ante los medios sobre el sufrimiento de los cristianos en ese país”, afirma la carta. “Esa simple acción tuvo un gran impacto”.
Según los firmantes, los ataques contra las comunidades cristianas en el cinturón medio de Nigeria disminuyeron temporalmente después de ese intercambio, tomando por sorpresa a los líderes nigerianos.
Sin embargo, la carta lamenta que este progreso haya sido efímero. En lugar de abordar la violencia, el gobierno nigeriano respondió con una campaña de cabildeo en el Capitolio, impulsando la narrativa de que los ataques yihadistas se deben al cambio climático o a disputas territoriales.
“Afortunadamente, nosotros sabemos más, y ustedes también”, declaró la coalición. “Mientras tanto, los asesinatos continúan sin cesar”.
La carta también pidió a la administración Trump que respalde la Resolución 220 de la Cámara de Representantes del Representante Chris Smith, que pide que Nigeria sea designada como un País de Particular Preocupación debido a su condición de la nación más letal del mundo para los cristianos.