La situación financiera del Vaticano fue el tema central de la séptima Congregación General reunida esta mañana, según un comunicado de prensa de la Santa Sede.
Varios cardenales realizaron presentaciones sobre las finanzas y la economía de la Santa Sede en la reunión del 30 de abril, a la que asistieron 181 cardenales. De estos, 124 eran electores con derecho a participar en el cónclave.
Según FOXBusiness, el Vaticano supuestamente enfrentó un déficit operativo anual de más de 90 millones de dólares en 2023. El informe señaló que más del 60% de sus gastos se destinan a servicios y administración, y que el difunto papa Francisco había denunciado previamente un posible desequilibrio significativo en el fondo de pensiones del Vaticano. Los ingresos del Vaticano provienen del turismo, las contribuciones diocesanas, las donaciones de fieles de todo el mundo, la administración de sus propiedades y el banco del Vaticano, según el artículo.
En la séptima Congregación General, el Coordinador del Consejo para la Economía, Cardenal Reinhard Marx, habló sobre “los desafíos existentes y los problemas críticos, ofreciendo propuestas orientadas a la sostenibilidad y reiterando la importancia de que las estructuras económicas sigan apoyando de manera estable la misión del Papado”, afirma el comunicado de prensa de la Santa Sede.
A continuación, el cardenal Kevin Farrell ofreció una actualización sobre el trabajo del Comité de Inversiones, del cual el cardenal es presidente.
Los cardenales también recibieron actualizaciones sobre el Banco del Vaticano, formalmente llamado Instituto para las Obras de Religión, del cardenal Christoph Schönborn, presidente de la Comisión de Cardenales que supervisa el instituto.
El cardenal Fernando Vérgez Alzaga, LC, informó sobre algunas renovaciones en los edificios del Estado de la Ciudad del Vaticano y sobre el apoyo brindado a la Santa Sede, según el comunicado de prensa. Es presidente emérito de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. La última presentación de la reunión se centró en el Dicasterio para el Servicio de la Caridad, a cargo del cardenal Konrad Krajewski, limosnero papal.
Los temas cambiaron tras la segunda mitad de la Congregación de los cardenales. En este punto de la reunión, hubo 14 intervenciones, centradas en parte en «la eclesiología del Pueblo de Dios, con especial referencia al sufrimiento causado por la polarización en la Iglesia y las divisiones en la sociedad», según el comunicado de prensa.
Un tema recurrente fue el «valor de la sinodalidad, vivida en estrecha conexión con la colegialidad episcopal, como expresión de corresponsabilidad diferenciada», añade el comunicado de prensa. También se habló en repetidas ocasiones de las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa.
El comunicado de prensa afirma también que “se abordó la evangelización, insistiendo en la necesaria coherencia entre el anuncio del Evangelio y el testimonio concreto de la vida cristiana”.
Durante múltiples intervenciones, se hicieron referencias directas a documentos del Vaticano II, incluidos Lumen Gentium y Gaudium et Spes.