En una conferencia desde el Despacho Oval, el presidente Trump anunciará la salida oficial de Musk del Gobierno tras 130 días como “empleado especial”. Pese a recientes tensiones, el mandatario asegura: “Siempre estará con nosotros”.
Donald Trump lo deja claro: la relación con Elon Musk está intacta. El presidente de Estados Unidos anunció este miércoles una conferencia de prensa especial para despedir de manera oficial al magnate tecnológico, quien culmina su período de 130 días como “empleado especial” del Gobierno.
“Será su último día, pero no realmente, porque él siempre estará con nosotros, ayudando en todo momento. ¡Elon es fantástico! Nos vemos mañana en la Casa Blanca”, escribió Trump en Truth Social, descartando cualquier tipo de ruptura definitiva.
El anuncio llega en medio de rumores alimentados por la prensa tradicional sobre una supuesta fractura entre ambos, especialmente después de que Musk criticara el nuevo proyecto de ley fiscal impulsado por Trump, calificándolo de “decepcionante” por su impacto en el déficit.
Sin embargo, el propio Musk se encargó de poner paños fríos. Agradeció públicamente la oportunidad de liderar el innovador Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), desde donde promovió reformas administrativas basadas en inteligencia artificial, automatización y simplificación de procesos burocráticos.
Además, en su cuenta de X, el CEO de Tesla y SpaceX reposteó mensajes de apoyo de usuarios influyentes que cuestionaban a los medios por “manipular” y “distorsionar” la verdadera relación entre ambos líderes.
La conferencia, prevista para las 1:30 p.m. (hora del Este), será el escenario final de una colaboración sin precedentes entre el gobierno federal y uno de los empresarios más disruptivos del mundo. Aunque su rol oficial termina, Trump insistió en que Musk seguirá “ayudando en todo momento”, dejando la puerta abierta a futuras colaboraciones.
Mientras la atención mediática se concentra en esta “despedida”, la Casa Blanca se prepara para un evento cargado de simbolismo y señales hacia el electorado independiente, que ve en Musk una figura puente entre la innovación empresarial y la nueva política estadounidense.
Una cosa es segura: el “empleado especial” más famoso del país se va… pero no se va del todo.