ESCÁNDALO: Línea directa del HHS de Biden para niños migrantes no respondió a 65.000 llamadas
Una “línea directa” especial establecida por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Biden-Harris (HHS), supuestamente para la protección de los niños migrantes, no respondió a 65.000 llamadas, dijo un consultor de lucha contra la trata de personas al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes la semana pasada.
Ali Hopper testificó en la audiencia titulada “Un trabajo interno: cómo las ONG facilitaron la crisis fronteriza de Biden”.
Hopper, presidente y fundador de GUARD Against Trafficking, dijo a los miembros del Congreso que la línea directa de la administración Biden se publicitaba como un lugar “donde las personas podían reportar preocupaciones sobre la seguridad de los niños no acompañados”.
“Pero lo que esta administración [de Trump] descubrió fue que, entre agosto de 2023 y enero de 2025, 65.000 llamadas no fueron respondidas”, afirmó. “Esas llamadas abarcaban desde quejas por pan duro hasta abusos, e incluso un caso en el que un niño denunciaba que hombres adultos entraban en su habitación por la noche y lo tocaban. No pasó nada con esa llamada”.
“Esa llamada no recibió respuesta hasta que este gobierno asumió el cargo, revisó esas 65,000 llamadas, hizo seguimiento y realizó una verificación de bienestar”, continuó Hopper. “Y, ahora, ese niño ha sido rescatado y su patrocinador ha sido arrestado”.
En un comunicado de prensa, el comité destacó “ cómo las organizaciones no gubernamentales (ONG) ayudaron a facilitar y se beneficiaron de la histórica crisis fronteriza de Biden-Harris, así como cómo las ONG de extrema izquierda siguen trabajando para ayudar a los extranjeros inadmisibles a socavar la ley federal de inmigración bajo la administración Trump”.
Los testigos detallaron durante la audiencia cómo las ONG “recibieron más de 6 mil millones de dólares de la administración Biden-Harris, incluso a través de subvenciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y otros”, informó el comité.
También testificaron sobre cómo la administración Biden-Harris entregó a menores extranjeros no acompañados (NNA) a ONG, principalmente en la frontera, quienes luego los entregaron a patrocinadores mal investigados, continuó el comunicado. “La administración Biden-Harris no garantizó un seguimiento adecuado para verificar el bienestar de los menores, lo que resultó en que más de 300,000 menores se encontraran desaparecidos en el interior. Simultáneamente, muchas de estas ONG y sus ejecutivos disfrutaron de importantes aumentos salariales y de ingresos gracias a las subvenciones”.
En su testimonio , Hopper afirmó que los hallazgos de su investigación revelaron “fallas sistémicas significativas y corrupción al más alto nivel”. Además del descuido del sistema de línea directa, los investigadores encontraron:
- Tráfico sin precedentes debido a la escasa verificación de los patrocinadores : los miembros de los cárteles encarcelados explicaron “cómo la débil verificación de los patrocinadores incentivó el tráfico al permitir que los cárteles controlaran la ubicación de los niños proporcionándoles información exacta sobre los patrocinadores, lo que les permitía controlar su destino”.
- Condiciones alarmantes en la frontera : «Secuestro rutinario de niños para su tráfico hacia Estados Unidos, facilitado por la apertura de las fronteras, la seguridad fronteriza inadecuada y las deficientes prácticas de control de las ONG. Los cárteles se infiltraron en las ONG a lo largo de las rutas de contrabando».
- Registros falsificados : el HHS informa que “aproximadamente el 70 % de las solicitudes de patrocinio examinadas resultaron ser fraudulentas, lo que hace que la trazabilidad de los niños y las garantías de seguridad sean casi imposibles”.
Hopper observó en su testimonio el fracaso de las ONG a la hora de proteger a los niños.
“Esta es la dura verdad”, afirmó. “El gobierno de Estados Unidos se convirtió en el intermediario de un flujo humanitario explotado por cárteles y ocultado por contratos federales. Otorgaron contratos multimillonarios sin licitación a ONG sin supervisión, y permitieron que centros de afluencia, financiados por los contribuyentes, funcionaran como centros de transporte”.
El representante republicano Clay Higgins, de Luisiana, afirmó airadamente durante la audiencia que la “abominable industria del tráfico infantil” pudo “prosperar gracias a las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden durante cuatro años”.
“Los estamos persiguiendo”, dijo, “y este poder ejecutivo está acumulando expedientes criminales. Así que espero que estén atentos, que tengan miedo, que pongan sus asuntos en orden, que contraten a sus abogados liberales para que los defiendan y que empiecen a mover su dinero; lo encontraremos”.
Higgins estuvo de acuerdo en que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Biden y sus ONG sirvieron nada menos que como un “conducto” para el tráfico de niños.
¡Hombre! Hemos alimentado a un flujo constante de niños pequeños hacia la trata de personas y el trabajo esclavo —dijo el congresista—.
En junio, el actual secretario del HHS, Robert F. Kennedy, Jr., testificó que “cientos de miles de niños migrantes han desaparecido porque la administración Biden priorizó la rapidez sobre la seguridad”.
“No cometeremos el mismo error”, dijo. “Exigimos pruebas de ADN, identificación personal, verificación de antecedentes y verificación de ingresos para cada patrocinador para garantizar la seguridad de estos niños”.