IDF afirman que una munición fallida causó un ataque mortal contra una iglesia católica de Gaza
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) declararon el 23 de julio que una munición fallida fue responsable del mortal ataque del 17 de julio a la Iglesia de la Sagrada Familia, la única parroquia católica en la ciudad de Gaza, informó The Times of Israel.
El ataque, que dejó tres civiles muertos y varios otros, incluido el párroco padre Gabriel Romanelli, heridos, ocurrió durante una operación de las FDI en el barrio de Zeitoun.
Las Fuerzas de Defensa de Israel afirman que su Comando Sur determinó a través de una investigación esta semana que el impacto del proyectil del tanque no fue intencional y fue resultado de una munición que se desvió de su curso durante la operación, informó The Times of Israel.
En respuesta al ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron haber ajustado sus procedimientos de selección de objetivos durante la operación y haber reforzado sus directrices para llevar a cabo actividades militares cerca de lugares religiosos y sensibles, según The Times of Israel. El ejército también informó haber facilitado la entrega de ayuda humanitaria —incluyendo alimentos, suministros médicos y visitas del Patriarcado Griego y Latino— y haber organizado la evacuación de los heridos para que pudieran recibir atención médica.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel expresó su “profundo pesar” por el incidente en una declaración publicada en X inmediatamente después del ataque, reiterando que “Israel nunca ataca iglesias o lugares religiosos”.
Numerosos líderes católicos y grupos de defensa también respondieron tras el ataque. En el Ángelus del 20 de julio, el Papa León XIV lamentó la “barbarie” de la guerra y rezó por los tres fieles fallecidos. Hizo un llamamiento a la paz, instando a los líderes mundiales a respetar el derecho humanitario y a proteger a los civiles y los lugares sagrados.
La presidenta de CatholicVote, Kelsey Reinhardt, emitió una declaración el 23 de julio pidiendo oraciones y solidaridad con la comunidad cristiana de Gaza.
“Nuestros hermanos y hermanas cristianos sufren en Gaza sin tener la culpa”, dijo. “Merecen nuestras oraciones y cualquier otra cosa que podamos hacer para aliviar su dolor”.