Un caso de violencia doméstica terminó en tragedia en el corazón financiero de Nueva York. Mientras tanto, Zohran Mamdani, legislador estatal y aspirante a la alcaldía, insiste en su plan para desmantelar completamente al NYPD.
El martes 23 de julio de 2024, Nueva York vivió otra jornada marcada por el terror. Un hombre armado ingresó a un exclusivo edificio de oficinas en pleno Midtown Manhattan y asesinó a su esposa antes de quitarse la vida. El ataque ocurrió alrededor de las 8:50 a.m. en la intersección de Madison Avenue con la Calle 46, una zona de alto tránsito donde se ubican sedes de firmas financieras y tecnológicas.
La víctima, una ejecutiva del sector financiero, se encontraba en su lugar de trabajo cuando fue interceptada por su esposo, quien habría accedido al edificio utilizando una credencial falsificada. La pareja se encontraba en proceso de separación y, según fuentes policiales, existían antecedentes de violencia doméstica, aunque no había orden de alejamiento vigente.
Los testigos relataron escenas de pánico, con empleados huyendo por las escaleras de emergencia mientras se escuchaban los disparos. La Policía de Nueva York (NYPD) respondió rápidamente, pero al llegar ya era demasiado tarde: ambos cuerpos yacían en una oficina privada del piso 11. El edificio fue evacuado y se activó un cerco de seguridad que paralizó el tránsito en varias cuadras a la redonda.
El comisionado adjunto del NYPD calificó el hecho como “un acto trágico de violencia doméstica que escaló de forma pública y devastadora”. Recalcó que no se trató de un ataque aleatorio ni vinculado al crimen organizado, aunque sí encendió las alarmas por las fallas de seguridad en el ingreso del atacante.
Apenas unas horas después del tiroteo, el legislador estatal por Queens, Zohran Mamdani, fue consultado por los medios debido a su ya conocida postura de “Defund the Police” (desfinanciar a la policía). Mamdani ha ganado notoriedad en la política neoyorquina por proponer una reforma radical del sistema de seguridad pública: eliminar el NYPD y reemplazarlo por estructuras de justicia comunitaria, basadas en salud mental, mediación vecinal y programas sociales.
“El problema no se soluciona con más presencia policial. Lo que necesitamos es abordar las causas estructurales de la violencia: pobreza, falta de vivienda, salud mental no tratada”, declaró Mamdani, reafirmando su intención de eliminar progresivamente el presupuesto de la policía y redistribuir esos fondos hacia programas sociales.
Pero el contexto del tiroteo ha convertido esas declaraciones en motivo de polémica. ¿Cómo respondería una ciudad sin policía a un caso como el ocurrido en Manhattan? ¿Quién habría impedido que el agresor armado ingresara al edificio? ¿Cómo habría reaccionado una “respuesta comunitaria” ante una emergencia de esta magnitud?
Las preguntas no tardaron en explotar en redes sociales y columnas de opinión. Varios líderes demócratas moderados y republicanos han calificado la postura de Mamdani como “ingenua”, “irresponsable” y “ajena a la realidad”. Algunos incluso lo acusaron de “buscar votos a costa de la seguridad pública”.
Zohran Mamdani, hijo de inmigrantes ugandeses y miembro del ala más radical del Partido Demócrata, ha defendido sistemáticamente la abolición del NYPD desde las protestas de Black Lives Matter en 2020. En su sitio oficial, propone un “modelo de seguridad sin policía”, basado en prácticas restaurativas, despenalización de ciertas conductas, inversión en servicios comunitarios y, a largo plazo, la total eliminación del cuerpo policial tal como hoy existe.
“Cada dólar que va al NYPD es un dólar que no va a vivienda, salud, educación. Queremos una ciudad segura, pero no basada en la violencia institucional ni en la vigilancia masiva”, afirmó en un foro reciente en Brooklyn.
Sus propuestas incluyen:
Las propuestas de Mamdani han ganado aplausos entre ciertos sectores jóvenes y progresistas, pero generan rechazo mayoritario en encuestas públicas. Un sondeo realizado en junio por el New York Daily Post reveló que el 68% de los neoyorquinos considera que la ciudad necesita “más policía en las calles”, y apenas un 11% apoya reducir el tamaño del NYPD.
Después del tiroteo, varios residentes del área expresaron frustración ante la idea de eliminar a la policía. “Sin la rápida respuesta de los agentes, esto pudo haber sido una masacre peor”, dijo una empleada del edificio a Fox News. “No se puede jugar con vidas por ideología”, comentó otro testigo.
Con miras a las elecciones municipales de 2025, Mamdani ha dejado entrever que podría postularse a la alcaldía de Nueva York. El actual alcalde, Eric Adams, ex capitán del NYPD, ha mantenido una postura firme a favor del cuerpo policial, aunque ha promovido ciertas reformas internas.
La eventual candidatura de Mamdani convertiría la elección en un referéndum entre dos visiones opuestas: una ciudad vigilada por fuerzas del orden con herramientas tradicionales, o una ciudad sin policía, donde el Estado ceda su rol coercitivo a redes de voluntarios, trabajadores sociales y organizaciones comunitarias.
El tiroteo de Manhattan no solo estremeció a una ciudad acostumbrada a convivir con la violencia urbana. También puso en evidencia los riesgos de una política que subestima la gravedad del crimen y busca desmontar la única estructura estatal que, pese a sus defectos, sigue siendo el primer frente de defensa ante el caos.