Un nuevo informe del Observatorio Demográfico CEU-CEFAS expone la profunda crisis de la Iglesia en España, marcada por el desplome de vocaciones, bautizos y matrimonios católicos. Mientras el catolicismo crece en África y América, en España la práctica religiosa se desmorona. Los autores del estudio apuntan a la pérdida de la Tradición y a un giro ideológico progresista como causas clave del declive.
Durante el reciente mes de julio, el Observatorio Demográfico CEU-CEFAS, un centro de estudios afiliado a la Universidad San Pablo de Madrid, publicó un análisis sobre la demografía de la Iglesia Católica. El informe “Demografía de la Iglesia Católica” indaga en los albores de su tercer milenio y examina la situación mundial antes de centrarse en España. El objetivo de este observatorio es difundir los principios de la doctrina social de la Iglesia, y en razón de ello es que importa la demografía global de la Iglesia Católica; sin católicos no hay luego sustento material para la práctica concreta de lo enseñado doctrinalmente.
Según el estudio en cuestión, la Iglesia Católica es la organización humana más grande y antigua del mundo. Con más de 1.400 millones de fieles en 2023, también es reconocida como la organización humanitaria y caritativa de mayor envergadura a nivel global. También se destaca que América del Norte y del Sur concentran la mayor cantidad de católicos, con casi el 50% del total mundial. África es el continente con mayor crecimiento. Más de la mitad de los nuevos católicos del mundo provienen de este continente, lo que lo convierte en el segundo con mayor número de fieles. Curiosamente es donde más prevalece la Tradición y también donde más mártires hay.
Vale remarcar que la Iglesia Católica lleva a cabo una impresionante labor social, administrando una vasta red de centros en todo el planeta:
La cuestión fundamental es ver la demografía de la Iglesia Católica en España. El estudio indica que, aunque la Iglesia en España mantiene un peso sociológico importante, su influencia ha disminuido notablemente con el tiempo.
El informe concluye que, si bien es difícil precisar el momento exacto en que España dejó de ser un país mayoritariamente católico practicante, la disminución de seminaristas comenzó después del Concilio Vaticano II.
El estudio también señala un “giro a la izquierda” de la Iglesia en España, recordando la persecución que sufrió durante la Guerra Civil, donde 7,000 personas, incluyendo obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, fueron asesinadas por su fe. Sin embargo, actualmente la posición tibia frente a, por ejemplo, el conflicto en el Valle de los Caídos, marca este giro a la izquierda lo que cual es incompatible con la Fe.
El informe sugiere que la revitalización del catolicismo, un deseo expresado por los autores, solo podría lograrse a través de un regreso a la Tradición de la Iglesia y el rechazo a las innovaciones que, según ellos, contribuyeron a este declive.