Millonarios e inversores tecnológicos están impulsando la edición genética de embriones humanos, pese a las alarmas éticas y científicas. Con proyectos en marcha y pruebas previstas incluso fuera de EE.UU., el riesgo de una nueva era de “bebés de diseño” está más cerca de lo que pensamos.
El mundo de la tecnología está cada vez más cerca de la manipulación genética de humanos. A pesar de las serias preocupaciones éticas, hay empresas y multimillonarios que están impulsando estos proyectos. Una compañía de estudios genéticos podría comenzar a realizar pruebas en humanos tan pronto como el próximo año. Además, un multimillonario del mundo de las criptomonedas está intentando crear un nuevo proyecto similar, buscando manipular embriones. De hecho, algunos inversores millonarios están financiando activamente empresas para la modificación genética de bebés. Según el Centro de Genética y Sociedad en un artículo de junio de este año, “los defensores de la edición genómica hereditaria, que disponen de enormes recursos financieros, están avanzando sin tener en cuenta sus riesgos de seguridad, sociales o eugenésicos”[1].
Unos pocos individuos adinerados y algunas empresas de tecnología están impulsando el desarrollo de la edición genética de embriones, una práctica que podría crear los llamados “bebés de diseño”.
Una de estas empresas es Bootstrap Bio, cofundada por Chase Denecke y Ben Korpan. Su objetivo es desarrollar métodos para modificar el ADN de embriones humanos. Estos cambios podrían usarse para eliminar enfermedades hereditarias o potenciar rasgos deseados, y lo más importante, se transmitirían a las futuras generaciones. Entre los primeros inversores de Bootstrap Bio se encuentran Malcolm y Simone Collins, una pareja que defiende el aumento de la tasa de natalidad y ha sido vinculada con el multimillonario Elon Musk. Se les ha acusado de promover la eugenesia, ya que conciben a sus hijos a través de la fecundación in vitro (FIV) y, supuestamente, seleccionan embriones con rasgos como un alto coeficiente intelectual. Además, la startup podría estar planeando realizar ensayos clínicos con esta tecnología en Honduras en 2026 o 2027. La elección de este país podría ser una forma de evadir las estrictas regulaciones de Estados Unidos, ya que la edición genética de embriones es ilegal en la mayoría de los países del mundo.
También, como informa Life Site News, otro inversor de alto perfil en esta área es Brian Armstrong, el multimillonario fundador de Coinbase. En junio pasado, Armstrong anunció que estaba buscando científicos especializados en bioinformática y edición genética para crear un proyecto centrado en la edición de embriones. Su objetivo declarado es combatir enfermedades genéticas. En una publicación en X, Armstrong afirmó que este tipo de tecnología podría tener un gran impacto en la salud humana si se implementa correctamente, y que es el momento de que una empresa estadounidense lidere este campo.
If you’re a gene editing scientist or comp bio/ML engineer interested in the topic of embryo editing, I’m hosting a dinner in the bay area soon with a few folks.
— Brian Armstrong (@brian_armstrong) June 2, 2025
I think the time is right for the defining company in the US to be built in this area, approaching it in a… pic.twitter.com/4BKfIUijn3
De hecho, sus palabras fueron: “Creo que es el momento adecuado para que la empresa que define a Estados Unidos se construya en este ámbito, abordándolo con rigor científico, satisfaciendo una necesidad insatisfecha”, escribió el multimillonario. “Cerca de 400 millones de personas viven hoy con una enfermedad genética, y esta tecnología puede tener un gran impacto en la salud humana si se implementa correctamente”.
El camino hacia la edición genética de embriones no está exento de obstáculos legales y científicos. Aunque la práctica está prohibida en la mayoría de los países, el panorama podría cambiar. Un artículo de MIT Technology Review sugiere que la prohibición en Estados Unidos podría ser levantada si los científicos demuestran un uso convincente de la técnica, o si un multimillonario presiona por su aprobación.
El multimillonario de las criptomonedas, Brian Armstrong, está intensificando su interés en la reproducción asistida. El año pasado, anunció en X una cena para discutir tecnologías como los “úteros artificiales” y la “edición de embriones”. A la reunión asistieron científicos como Lucas Harrington, quien también está considerando lanzar su propia empresa de edición de embriones.
Los defensores de esta tecnología, como el investigador Dieter Egli de la Universidad de Columbia, argumentan que editar el ADN de un embrión es más sencillo y económico que tratar a adultos con enfermedades. Egli compara el proceso con “corregir el texto antes de imprimir el libro”, sugiriendo que es la solución más lógica.
Sin embargo, la edición genética de embriones humanos sigue siendo un tema de gran controversia. El ejemplo más notorio es el del científico chino He Jiankui, quien creó los primeros tres bebés genéticamente modificados y fue encarcelado por ello. A pesar de su condena, ha anunciado que planea continuar su investigación en Estados Unidos con el apoyo de inversores, aunque su pasaporte confiscado le impide viajar.
Numerosos científicos y sociedades científicas han manifestado su preocupación. En mayo, un grupo de organizaciones científicas internacionales propuso una moratoria de 10 años sobre esta práctica. Tim Hunt, director ejecutivo de la Alianza para la Medicina Regenerativa, señaló que la edición de la línea germinal implica “desafíos enormes y complejos” y que la necesidad médica de esta práctica no está clara.
Otros expertos, como el profesor de bioética de la Universidad de Stanford Hank Greely, advierten sobre los peligros de proceder con prisa. Según Greely, esta tecnología no está probada y podría tener consecuencias impredecibles. “No tenemos ni idea de qué les sucedería a los bebés editados”, concluyó.