Una turba violenta tendió una emboscada a dos sacerdotes católicos, dos monjas y un catequista en el este de la India a principios de esta semana, cuando salían de un pueblo después de una misa conmemorativa, según un informe del 8 de agosto de la Agencia Fides.
Los atacantes, al parecer unos 70 miembros del grupo militante nacionalista hindú Bajrang Dal, acusaron al grupo de intentar conversiones religiosas, acusaciones que los líderes de la Iglesia calificaron de falsas e incendiarias. Los obispos de rito latino de la India condenaron posteriormente el ataque, calificándolo de “perturbador y fuera de lugar”, según la Agencia Fides.
El incidente ocurrió el 6 de agosto después de que los padres Nirappel y Lijo, acompañados por religiosas y un catequista, llegaran a la misión local alrededor de las 17:00 para conmemorar el segundo aniversario de la muerte de dos católicos. La liturgia comenzó después de las 18:00, coincidiendo con el regreso de los agricultores del campo. Al salir del pueblo alrededor de las 21:00, fueron atacados.
“A menos de medio kilómetro del pueblo, en una zona angosta y boscosa, nos esperaba un grupo de unos 70 hombres del Bajrang Dal”, declaró el padre Lijo en un comunicado de la Conferencia Episcopal Católica de la India (CCBI). “Primero, atacaron a nuestro catequista, que conducía una motocicleta. Lo golpearon brutalmente, desmantelaron la motocicleta, vaciaron el tanque de combustible y lo arrojaron lejos”.
El grupo luego se volvió contra los sacerdotes.
Nos atacaron físicamente, empujándonos, agrediéndonos y golpeándonos brutalmente. Nos dieron puñetazos, nos robaron los teléfonos y gritaban que queríamos convertirlos a la fuerza. Gritaban: «Ya no pueden hacernos cristianos», relató el padre Lijo.
Las mujeres del pueblo pidieron a la multitud que parara, explicando que la visita era para orar y recordar, pero la violencia continuó.
“Fue una emboscada premeditada”, añadió el padre Lijo. “Usaron sus medios de comunicación para crear una narrativa falsa”.
La policía llegó después de 45 minutos, pero los atacantes persistieron incluso en su presencia, según el padre Lijo.
“La policía le dijo al grupo que nos llevaría a la comisaría para interrogarnos, pero en realidad solo nos estaban salvando de más violencia”, dijo el padre Lijo.
El Times of India informó el 8 de agosto que la policía había refutado las acusaciones de CCBI sobre la situación, diciendo que “no se había reportado tal incidente en el distrito”.
El padre Lijo dijo que había viajado desde su parroquia de Joda en la diócesis de Balasore para celebrar la misa.
“Nunca imaginé tanta hostilidad por un gesto tan pacífico y sagrado”, añadió.
El ataque se produce en medio de numerosos informes sobre la persecución de los cristianos en la India y de lo que muchos consideran un aumento de la intolerancia religiosa en el país. La Conferencia Episcopal Católica de la India (CBCI) expresó su profunda consternación por el incidente.