Una madre brasileña planea apelar su caso ante el tribunal más alto del país después de que el tribunal superior de su estado dictaminara que no puede educar a su hijo en casa y debe colocarlo en la escuela local.
Alliance Defending Freedom (ADF) International, la organización legal sin fines de lucro que representa a Regiane Cichelero, afirmó en un comunicado de prensa que la decisión del tribunal superior de Santa Catarina también impone sanciones financieras por un valor aproximado de 20.000 dólares.
Según el resumen del caso, Cichelero comenzó a educar a su hijo en casa en 2020, cuando el confinamiento por la COVID-19 cerró las escuelas públicas de su zona. Una vez que las escuelas reabrieron, decidió continuar su educación en casa, afirmando que «la educación en casa me permite transmitirle a diario nuestra fe y nuestros valores, tan importantes para nuestra familia, valores que se ven constantemente cuestionados y socavados en el sistema escolar público brasileño».
La fiscalía local y un juez impugnaron su decisión, imponiéndole multas y amenazando con retirarle la custodia de su hijo si continuaba con la educación en casa. La última decisión judicial la obliga a matricular a su hijo en la escuela.
En el comunicado, Cichelero dijo sobre el fallo: “Es desgarrador que me digan que no puedo brindarle a mi hijo la educación que sé que es mejor para él”.
“La decisión del estado no solo me castiga con fuertes multas, sino que también me priva de la posibilidad de criar a mi hijo según mis convicciones”, añadió. “Ningún padre debería temer ser castigado por elegir la mejor educación para su hijo”.
ADF International señaló que más de 70.000 niños reciben educación en casa en Brasil, y que el derecho internacional de los derechos humanos permite a los padres decidir qué tipo de educación brindar a sus hijos. Julio Pohl, asesor legal para América Latina de ADF International, calificó el fallo judicial como un “decepcionante revés para los derechos parentales en Brasil”.
Más tarde declaró: “Al decidir que Regiane no puede educar a su hijo en casa, el tribunal no solo le ha fallado a su familia, sino que también ha socavado las protecciones de todos los padres en Brasil”.