El rey Carlos III recibió un telegrama de condolencias del Papa León XIV y asistió a la Misa de Réquiem católica por Catalina, duquesa de Kent, en la Catedral de Westminster el 16 de septiembre, marcando la primera vez desde la Reforma que un monarca reinante ha asistido formalmente a una misa católica en el Reino Unido, según The Catholic Herald.
La misa privada no se transmitió en directo, pero el Times News retransmitió la llegada del rey a la catedral, así como la de otros miembros de la realeza. La reina Camila, de 78 años, no pudo asistir a la misa debido a su recuperación de una sinusitis aguda y expresó su profundo pesar por su ausencia, según la BBC. La princesa Kate Middleton y el príncipe Guillermo, la princesa Ana y su esposo, Sir Tim Laurence, y la duquesa de Edimburgo estuvieron entre los asistentes.
La difunta Catalina, duquesa de Kent, se convirtió al catolicismo en 1994 y crio a sus hijos en la fe. Según Vatican News, fue la primera miembro de alto rango de la Familia Real Británica en convertirse abiertamente al catolicismo desde el siglo XVIII.
Pasó un tiempo “fuera de la luz pública”, sirviendo “discretamente como profesora de música en una escuela primaria pública y como voluntaria en un albergue para personas sin hogar gestionado por la Diócesis de Westminster”, como informó previamente CatholicVote . Falleció a los 92 años el 4 de septiembre, y su funeral probablemente sea el primer funeral católico real en el Reino Unido desde la Reforma. Le sobrevive su esposo, el príncipe Eduardo, duque de Kent. Dos de sus nietos, y su hijo, Lord Nicholas Windsor, también son católicos.
El cardenal Vincent Nichols, presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales, celebró la misa funeral, y la BBC informó que los hijos y nietos de la difunta duquesa fueron lectores en la liturgia. Tras la misa, los portadores del féretro llevaron en procesión el ataúd, envuelto en el estandarte real del Reino Unido con borde blanco, fuera de la iglesia.
El papa León envió un telegrama al rey Carlos III el 16 de septiembre expresando su cercanía espiritual a la familia real durante este período de duelo. También elogió el legado de la difunta duquesa.
“Me entristeció saber del fallecimiento de Su Alteza Real la Duquesa de Kent, y envío mis más sinceras condolencias, junto con la seguridad de mi cercanía en la oración, a Su Majestad, a los miembros de la Familia Real, y especialmente a su esposo, el Duque de Kent, y a sus hijos y nietos en este momento de dolor”, dijo el Papa León.
“Encomendando su noble alma a la misericordia de nuestro Padre Celestial, me uno de corazón a todos aquellos que dan gracias a Dios Todopoderoso por el legado de bondad cristiana de la Duquesa, evidenciado en sus muchos años de dedicación a sus deberes oficiales, su patrocinio de obras de caridad y su devota atención a las personas vulnerables de la sociedad”, concluyó. “A todos los que lloran su pérdida, con la firme esperanza de la Resurrección, les imparto de buen grado mi Bendición Apostólica como prenda de consuelo y paz en el Señor Resucitado”.
Según Express News, los ritos funerarios comenzaron el 15 de septiembre con una Vigilia por los difuntos, el Rito de Recepción y las Vísperas dirigidas por el obispo James Curry, obispo auxiliar de Westminster.