Las leyes que obligan a las universidades a proporcionar píldoras abortivas están aumentando. Estas leyes, aun cuando se promulguen en estados como California, en los que el aborto es legal, buscan normalizar el aborto sin importar los riesgos que el consumo de estas píldoras tiene para la salud de las mujeres. La superficialidad con la que se aborda esta práctica se revela en lugares como la Universidad George Washington, donde las píldoras pueden obtenerse en máquinas expendedoras.
El Daily Caller señala que “el 1 de enero entró en vigor una nueva ley en California que obliga a todos los sistemas sanitarios de las universidades públicas de los sistemas de la Universidad de California y de la Universidad Estatal de California a almacenar píldoras abortivas. Massachusetts aprobó una ley similar para garantizar a las estudiantes el acceso inmediato al aborto, mientras que Nueva York está estudiando medidas similares”.
El artículo da cuenta de que “la ley de California, firmada por el gobernador demócrata Gavin Newsom en 2019, ha sido utilizada como modelo para que otros estados salvaguarden el acceso al aborto en el campus tras la anulación del caso Roe contra Wade. La ley requiere que las 33 escuelas en el sistema UC y CSU almacenen “aborto por técnicas de medicación en los centros de salud estudiantiles en el campus””.
“En Massachusetts”, continúa el artículo, “la píldora abortiva se convirtió en un medicamento obligatorio disponible en los centros de salud estudiantiles después de que el exgobernador republicano Charlie Baker firmara el proyecto de ley 5090 en julio de 2022. El proyecto de ley requiere que los colegios y universidades adopten un “plan de preparación para el aborto con medicamentos” que detalle cómo una institución “proporcionará abortos con medicamentos a los estudiantes o ayudará a los estudiantes a obtener abortos con medicamentos”, según su texto”.
El Daily Caller también informa que “aunque todavía no es ley en Nueva York, los legisladores están intentando que el estado azul, que ya es un conocido santuario del aborto, sea el próximo en exigir que los campus públicos proporcionen el aborto con medicamentos. La gobernadora demócrata Kathy Hochul declaró a principios de enero que pretende garantizar que todas las instituciones de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY) y la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) ofrezcan píldoras abortivas en el campus o establezcan una relación con una clínica local para derivar a las estudiantes a servicios de aborto”.
“Otras instituciones, incluyendo más recientemente la Universidad George Washington, instalan máquinas expendedoras donde los estudiantes pueden acceder rápidamente al Plan B”, agrega la publicación.
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Foto: Christine Sandu / Unsplash