Cientos de educadores públicos, entre directores, subdirectores, profesores, profesores auxiliares y profesores sustitutos, han sido detenidos este año por delitos sexuales contra menores. De estos delitos, el 74% implicó a alumnos. Trágicamente, esto parece ser solo la punta del iceberg pues, dado el silencio de muchas escuelas, muchos depredadores logran ingresar a nuevas escuelas sin ser detectados.
Según un artículo publicado en inglés en The Lion, estos delitos “van desde el grooming a la violación de alumnos menores de edad. Entre los presuntos abusadores analizados por Fox News: cuatro directores, dos subdirectores, 226 profesores, 20 ayudantes de profesor y 17 profesores sustitutos”.
La publicación señala que “el último informe del Departamento de Educación de EE.UU. sobre el tema, de 2004, afirmaba que alrededor del 10% de los alumnos son víctimas de conductas sexuales inapropiadas por parte de educadores en algún momento de su vida escolar”.
Además, el artículo recoge declaraciones que Terri Miller, presidenta de S.E.S.A.M.E., le dio a The Lion. “Llevamos recopilando alertas de Google desde 2014 sobre detenciones de profesores, solo por delitos de tipo conducta sexual inapropiada”, explicó Miller, quien dijo además que “el 95% de los casos de mala conducta sexual de educadores se gestionan internamente y nunca se denuncian a las autoridades. Las cifras de detenciones son solo una fracción del problema. Pero ha habido miles solo desde 2014”.
The Lion también recoge las declaraciones de Miller acerca de “poner fin a la práctica de “pasar la basura” -en la que los educadores son investigados por abuso, se les permite renunciar y obtener un nuevo trabajo en una escuela diferente- es una prioridad absoluta para abordar la cultura del silencio que rodea el abuso sexual de los estudiantes”.
“La lista de delitos que se han hecho públicos, que en la actualidad es de aproximadamente uno al día, sigue creciendo”, añade la publicación.
La nota concluye citando a Amos N. Guiora, profesor de Derecho de la Universidad de Utah y autor de Armies of Enablers (Ejércitos de Facilitadores), ha entrevistado a cientos de víctimas. “Los agresores conocían a sus víctimas. Las preparaban”, cita el artículo. “Luego las violaban, las agredían y abusaban de ellas en sus despachos, en las aulas y en sus casas. Estos son lugares que deberían haber sido seguros. La falta de seguridad era el resultado directo de estar decididos a proteger la institución, garantizando así la vulnerabilidad continua e incesante de los menores.” Finalmente, y en opinión de Guiora que también recoge The Lion, “los teléfonos móviles y otras tecnologías de la comunicación han facilitado el acceso a los menores”.
Puede leer el artículo en inglés aquí.
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Foto: Davide Cantelli / Unsplash