Los progresistas y socialistas, grandes perdedores de las últimas elecciones, llevaron sus lágrimas al Parlamento Europeo en una manifestación que francamente da casi tanta lástima como su derrota, pero abre la posibilidad de explicar algo poco discutido: esta cancioncita comunista. Aquí te contamos la historia.
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La canción tiene un nacimiento antifascista en contra de las condiciones laborales del trabajo en el campo, junto a las protestas al régimen de Mussolini, pero no es ahí cuando se populariza. Sus obras son malas cuando nacen (como Das Kapital de Marx) pero luego les hacen marketing y boom, son un “éxito”.
Más allá del origen, el tema comenzó a popularizarse y a tomar un significado político por las fiestas organizadas por las juventudes comunistas en distintos países europeos. En el verano de 1947 se desarrolló el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Puro comunista.
Allí se impulsó la versión “partisana” del himno, que más adelante llegó al Festival de los Dos Mundos (también llamado Festival de Spoleto) en 1964. A todo esto “partisano” es CAMARADA, como históricamente se llaman los comunistas de partido. ¿Quiénes interpretaban esta canción? Adivinaron, las esposas de los comunistas que se rebelaron contra el régimen y obvio, puño izquierdo levantado.
Desde ahí, las juventudes comunistas tienen como uno de sus tantos himnos el Bella Ciao y muchos no lo conocían hasta que vieron La Casa de Papel. Vamos al análisis de la trama de la serie: un tipo cree que el sistema es muy injusto porque se tiene que trabajar para tener dinero, como en aquella Italia y como sigue siendo hoy en día si eliges la vida digna. En fin, el “profesor” junta a un grupo de delincuentes y planean imprimir billetes. Les sale y tiran billetes por todos lados “a la gente” – porque “arriba el proletariado, no?
Ahora, ¿quiénes son los que decidieron blanquear la delincuencia y hacerla “molar” a tanto joven? Bueno, Itziar Ituño es una roja pro-ETA comunista que desprecia la libertad. En 2016 fue una de las convocantes del acto de apoyo a Arnaldo Otegi en el Velódromo de Anoeta y al año siguiente, la intérprete defendió en un vídeo el acercamiento de los presos de ETA que cumplen sus condenas fuera del País Vasco
Álvaro Morte, el profesor, es un socialista pro-género que además, se junta con los artistas favoritos de la izquierda comunista: los que hacen trova. Aquí lo vemos con el socialista Ismael Serrano que ve como “amor” la pedofilia, como narra en su canción “Tierna y dulce historia de amor” y romantiza al Ché Guevara. En su canción “Papá, cuéntame otra vez” idolatra La Sorbona, a Jean Paul Sartre (un pedófilo que tenía romances con las ‘víctimas’ que compartía con su mujer, la feminista Simone de Beauvoir) y a asesinos como el Ché Guevara. Aquí lo vemos entonando el Bella Ciao con este sujeto.
Y si nos vamos por todo el reparto, vamos a encontrar cosas muy interesantes que, lamentablemente, no me da el estómago para escribir. Inclusive, Laura Pausini se negó a cantar esta canción por ser muy política (porque no es tonta, sabe que es un himno comunista).
Así que cuando vean a estos desadaptados diciendo que es “extrema derecha” o “fascismo” versus “libertad”, recuérdenles la hambruna rusa de 1921 – 1922, las muertes de Hungría, de Ucrania y la hambruna del maoísmo. Recuérdenles que EUROPA ES DE LOS EUROPEOS y que eso han elegido.