Fuentes confirmaron el viernes que cinco agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos (USSS), un miembro del equipo de seguridad del expresidente Donald Trump y otros cuatro de la Oficina de Campo de Pittsburgh, han sido puestos en licencia.
Los cambios de personal se anunciaron poco más de un mes después de que Trump resultara herido en un intento de asesinato el 13 de julio en un mitin de campaña en Butler, Pensilvania, un suburbio de Pittsburgh.
La forma en que el USSS manejó el tiroteo y los eventos que lo precedieron ha sido objeto de escrutinio nacional. Muchos afirman que el intento de asesinato, que resultó en la muerte del jefe de bomberos retirado Corey Comperatore, podría haberse evitado.
Kim Cheatle, la entonces directora del USSS, presentó su dimisión diez días después del tiroteo.
FOX News informó que los cinco agentes “siguen empleados, pero están teletrabajando y ya no se les permite estar en el campo”. FOX especificó que debido a que se encuentran en licencia, “no pueden realizar ningún trabajo de investigación”.
El jefe de comunicaciones del USSS, Anthony Guglielmi, dijo a través de un comunicado que la agencia “está comprometida a investigar las decisiones y acciones del personal relacionado con el evento en Butler, Pensilvania y el intento de asesinato del expresidente Donald Trump”.
Agregó que “la revisión de garantía de la misión del USSS está progresando y estamos examinando los procesos, procedimientos y factores que llevaron a esta falla operativa”.
FOX News informó que el fiscal general de la administración Biden-Harris, Merrick Garland, dijo que “no podía comentar sobre ninguna suspensión específica”.
“No sé nada sobre las medidas disciplinarias particulares que se están tomando”, dijo Garland a los periodistas en una conferencia de prensa el viernes:
Creo que lo máximo que puedo decir es lo que han dicho el Secretario del Departamento de Seguridad Nacional y el director interino del Servicio Secreto, que es que esto fue una falla de seguridad, y hay una investigación interna y otra externa, independiente de lo que sucedió, que el Secretario de Transporte ha establecido, y hay un grupo de trabajo del Congreso sobre el mismo tema, y espero que ellos –y sé que lo harán– brinden lecciones aprendidas para evitar que semejante falla vuelva a ocurrir en el futuro.
También el viernes, el senador Josh Hawley, republicano por Missouri, escribió una carta al director interino del USSS, Ronald Rowe, detallando “nuevas acusaciones de denunciantes”.
Hawley escribió:
Un denunciante con conocimiento de la planificación del Servicio Secreto para el viaje del expresidente Trump a Butler, Pensilvania, alega que los funcionarios de la sede del Servicio Secreto alentaron a los agentes a cargo del viaje a no solicitar ningún activo de seguridad adicional en su solicitud formal de personal, negando efectivamente estos activos a través de medios informales.
“Sin embargo, usted ha insinuado repetidamente que no se había negado la seguridad de ningún activo para el evento de Butler”, continuaba la carta de Hawley a Rowe. “Debe explicar esta aparente contradicción de inmediato”.
Seis semanas después del intento de asesinato contra Trump, las amenazas contra él han persistido.
El Daily Wire informó esta semana que durante la “visita del expresidente a la frontera sur de Estados Unidos en Arizona el jueves, las autoridades locales estaban buscando a un hombre de 66 años que supuestamente amenazó con matar a Trump. El sospechoso fue arrestado en cuestión de horas”.