Nuevas leyes totalitarias que se están debatiendo en Canadá: prisión perpetua por criticar la ideología de género (crimen de odio); y “crimen futuro”, o sea, si alguien presume que otra persona va a cometer un “crimen de odio” online (en el futuro), puede denunciarlo y un juez imponer restricciones. Por ejemplo, si uno va a publicar un vídeo contra la ideología de género, cualquier persona te puede denunciar por un “crimen futuro”.
Nuestro vecino del norte está claramente viviendo una dictadura a toda regla. Ahora, el gobierno de Canadá anuncia que “el gobierno de Canadá introduce legislación para combatir el contenido dañino en línea, incluida la explotación sexual de niños”, pero en ese largo título se juega vilmente con el concepto de “contenido dañino en línea” y alcanza a todo aquel que “caiga en discurso de odio”, o sea, Trudeau encontró la forma de penar la opinión disidente… presente y futura.
El 26 de febrero de 2024, el Gobierno de Canadá presentó la Ley de Daños en Línea, una legislación para “responsabilizar a las plataformas en línea de abordar el contenido dañino y de crear un espacio en línea más seguro que proteja a todas las personas en Canadá, especialmente a los niños”. Claro, esto entendiendo que mostrarles ideología de género, marchas de homosexuales semidesnudos y material para niños de personas con disforia de género exponiendo sus genitales, no es violencia, es “inclusión”.
El proyecto de ley “crearía protecciones en línea más sólidas para los niños y protegería mejor a todos en Canadá del odio en línea y otros tipos de contenido dañino”. He ahí la enorme trampa. “Contenido dañino” puede ser un vídeo de Trump, Pierre Poilievre, Joe Rogan o quizá de Catholic Vote. No lo sabemos, porque ellos pueden determinar que decir verdades objetivas es discurso de odio. Esta legislación responsabilizaría a las plataformas en línea, incluidos los servicios de transmisión en vivo y de contenido para adultos cargados por los usuarios, de reducir la exposición de los usuarios a contenido dañino en sus plataformas y ayudaría a prevenir su propagación.
Los componentes principales del proyecto de ley son, según la web del gobierno de Canadá:
1. La introducción de un nuevo marco legislativo y regulatorio, la Ley de Daños en Línea, para reducir la exposición a siete tipos de contenido dañino en plataformas en línea, incluidos los servicios de transmisión en vivo y de contenido para adultos. Esta nueva Ley también crearía una nueva Comisión de Seguridad Digital para hacer cumplir el marco y un Defensor del Pueblo de Seguridad Digital para brindar apoyo a los usuarios y víctimas;
2. Cambios en el Código Penal para abordar mejor los delitos de odio y la propaganda de odio;
3. Cambios en la Ley Canadiense de Derechos Humanos para permitir que individuos y grupos presenten quejas contra personas que publican discursos de odio en línea; y
4. La mejora de las leyes para proteger a los niños de la explotación sexual mediante enmiendas a una ley que respeta la denuncia obligatoria de pornografía infantil en Internet por parte de personas que brindan un servicio de Internet.
Las plataformas en línea, incluidos los servicios de transmisión en vivo y de contenido para adultos, deben ser transparentes y deben rendir cuentas. La seguridad de todos en Canadá, especialmente los niños y los más vulnerables de la sociedad, depende de ello.
Ese último párrafo resume la sociedad orwelliana del Canadá actual: un lugar donde todo tiene que ser visto y revisado por el gobierno, mintiéndole a su población al decir que todo se hace por seguridad, cuando realmente es por vigilancia y control. Una auténtica lástima.
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Foto: praveen-kumar-nandagiri/unsplash