Varios hospitales chinos han suspendido los servicios de parto de recién nacidos este año, citando la caída de la tasa de natalidad del país como motivo del cierre.
Reuters informó el 19 de marzo que hospitales de varias provincias habían anunciado el cierre de su departamento de obstetricia, y algunos cierres ya estaban en vigor.
“Los cierres se producen mientras los responsables políticos chinos luchan por encontrar la manera de impulsar el deseo de las parejas jóvenes de tener hijos mientras las autoridades enfrentan un creciente dolor de cabeza demográfico debido a una sociedad que envejece rápidamente”, informó la agencia de noticias.
Reuters descubrió en enero que la población china se redujo en más de 2 millones de personas en 2023, con aproximadamente 9 millones de nacimientos y 11,1 millones de muertes registradas ese año. Al enfrentarse a los altos costos de la educación y el cuidado de los niños, además de un mercado laboral inestable, las mujeres chinas se muestran reacias a tener hijos.
En promedio, se puede esperar que una mujer en China tenga un hijo en su vida, según la tasa total de fertilidad reportada en un artículo del Peterson Institute for International Economics. Según la Organización Internacional para la Cooperación y el Desarrollo Económico, una tasa de fertilidad total de 2,1 hijos por mujer mantiene a la población mayoritariamente estable.