Un analista del Reino Unido informa que la Iglesia Católica es la única iglesia importante que se opone públicamente a la legalización de la eutanasia, mientras que la mayoría de las demás denominaciones cristianas permanecen en silencio sobre el proyecto de ley presentado al Parlamento.
En un artículo para el Catholic Herald, Thomas Casemore afirmó que la mayoría de las denominaciones cristianas del Reino Unido guardaban silencio sobre el proyecto de ley de suicidio asistido presentado el 16 de octubre en el Parlamento. La Iglesia católica denunció firmemente el proyecto de ley.
El cardenal Vincent Nichols, encargado de dirigir Inglaterra y Gales, escribió una carta pastoral condenando el proyecto de ley y advirtiendo que un procedimiento poco común, una vez legalizado, podría volverse frecuente.
“Sin duda, el proyecto de ley presentado al Parlamento estará cuidadosamente elaborado, estableciendo circunstancias claras y muy limitadas en las que sería lícito ayudar… a terminar con la vida de una persona”, escribió el cardenal.
“Pero, por favor, recuerden, la evidencia de cada país en el que se ha aprobado una ley de este tipo es clara”, continuó, “de que las circunstancias en las que se permite quitar una vida son cada vez más amplias, lo que hace que el suicidio asistido y el asesinato médico, o la eutanasia, sean cada vez más disponibles y aceptados”.
Casemore dijo que, además de la severa denuncia de los católicos, la mayoría de las denominaciones cristianas no han hecho comentarios sobre el proyecto de ley.
“El sitio web de la Iglesia de Inglaterra tiene una serie de publicaciones sobre la paz en Gaza y el Mes de la Historia Negra, pero… los comentarios sobre la ley de eutanasia propuesta son notablemente escasos”, escribió Casemore. Dijo que los metodistas en el Reino Unido también dejaron el tema sin tocar.
“Las denominaciones pentecostales como las Asambleas de Dios y la Iglesia Pentecostal Elim no tienen nada en sus sitios web ni en sus redes sociales. El Ejército de Salvación, la Iglesia Reformada Unida, la Iglesia Ortodoxa Oriental del Reino Unido, la Arquidiócesis Griega de Thyateira y Gran Bretaña, todavía no se han pronunciado abiertamente sobre el asunto”, añadió.
En el momento de la publicación del artículo, Casemore no había encontrado ninguna declaración denunciando el proyecto de ley por parte del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder de la Iglesia de Inglaterra. Sin embargo, el arzobispo Welby condenó el proyecto de ley en una entrevista con la BBC, calificándolo de peligroso.
Si se aprueba, la legislación utilizará el dinero de los contribuyentes para apoyar los procedimientos de eutanasia, obligando a los ciudadanos a apoyar económicamente la “muerte asistida”.
Casemore atribuyó la falta general de interés de los cristianos en la eutanasia a una “obsesión” con cuestiones de justicia social.
“Como siempre parece en estos días, en cuestiones de vida o muerte, los católicos están –y deben estar cada vez más, dado el silencio de otros– a la vanguardia de la oposición a la cultura de muerte de nuestro país”, escribió Casemore. “Tal vez los cristianos estén esperando para hablar, pero, si lo hacen, temo que será demasiado poco y demasiado tarde”.