El arzobispo de Denver, Samuel Aquila, instó a los católicos a tratar la Cuaresma como un tiempo de conversión, intimidad y amistad con Jesús, y proporcionó varias formas prácticas de crecer en la fe durante las próximas cinco semanas.
En medio de la confusión y la agitación en el mundo y en la Iglesia, estamos invitados a venir a Jesús y aprender de él”, dijo Aquila en su nota pastoral de Cuaresma 2024. “Los fieles me preguntan a menudo: ‘¿Cómo hacemos esto? La Cuaresma es un momento perfecto para comenzar este viaje de toda la vida”.
Aquila animó a los católicos a comenzar dedicando al menos 15 minutos a la oración silenciosa diaria “para compartir su corazón con él, escucharlo y aprender de él”.
También sugirió leer un capítulo del Evangelio durante la oración diaria, pedir ayuda al Espíritu Santo o rezar la Novena de Rendición.
“[L]ea y observe dónde las palabras del Evangelio le hablan a su corazón”, dijo. “[N]ota las palabras de la oración [Novena de rendición] que te lleguen al corazón y pregúntale a Jesús por qué te llaman la atención. ¿Cómo te habla el Señor?”
Además, Aquila recomendó ver en oración un episodio de Los Elegidos al día.
“Puedes reflexionar sobre cómo pudo haber sido ser discípulo de Jesús las 24 horas del día, los 7 días de la semana; viviendo con él, escuchándolo, confundidos por algunas de las cosas que decía, y conducidos a la verdad, a Aquel que es “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6)”, dijo. “Se ve cómo ama a sus discípulos, los corrige y los llama a la conversión mediante su misericordia”.
Finalmente, Aquila instó a los católicos a “no tener miedo” de encontrar a Jesús a través de la confesión y la recepción frecuente de la Eucaristía.
También animó a los fieles a practicar el ayuno y especialmente la limosna en esta Cuaresma, señalando que la limosna incluye también la donación de presencia y tiempo y no sólo la donación de dinero. Como ejemplo, invitó a los católicos locales a unirse a un ministerio local dedicado a servir a las personas sin hogar en la ciudad y pasar tiempo con ellos.
“Mi hambre y anhelo más profundo para ti como tu pastor y Padre en esta Cuaresma es que llegues a conocer y recibir el amor y la misericordia de Jesucristo; que Jesús, que nos llama amigos, sea vuestro amigo al recibirlo en el corazón y vivir con él cada hora del día”, concluyó. “Recuerda su invitación. Él está esperando su respuesta”.