El vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Gustavo Rodríguez Vega, justificó que durante el funeral de un activista gay y su pareja, celebrado en la Catedral de Aguascalientes, se hayan cubierto los ataúdes con la bandera LGTB a pesar del escándalo que esto ha ocasionado entre los fieles. Aquí analizamos el hecho a profundidad.
El hecho ocurrió durante la Misa de exequias del “magistrade” y activista “no binario” Ociel Baena y su pareja sentimental, llevada a cabo en la mañana del 14 de noviembre. Este solo hecho ya es bastante difícil de digerir por el hecho de que, según la fiscalía de Aguascalientes, su pareja Dorian Herrera lo mató y posteriormente, se suicidó.
En VotoCatólico informamos este hecho lamentando la pérdida de la vida de ambos y adjuntando el análisis que realizó el Dr. Pablo Muñoz Iturrieta junto al Abogado de Aguascalientes, Alan Capetillo, quien corrobora las investigaciones de la fiscalía en un extenso vídeo que ya ha sido censurado anteriormente por YouTube.
Asimismo, a través de nuestra cuenta de X, difundimos la imagen proporcionada por el repositorio Metropolitano Aguascalientes, donde se podía ver a Monseñor Juan Espinosa Jiménez dando la bendición al féretro del “magistrade” y al de su agresor, cubiertos con las banderas activistas multicolor.
ACI Prensa informó que, durante una conferencia de prensa realizada este 16 de noviembre, Mons. Rodríguez Vega, también Arzobispo de Yucatán, señaló que Baena y su pareja son “hijos de Dios y hermanos nuestros”, por esta razón “no podíamos, de ninguna manera, dejar de recibirlos en la Iglesia. Sobre todo cuando la familia los quería llevar a ella [la Catedral de Aguascalientes]”, cosa que jamás se increpó, ya que el escándalo de la feligresía responde a que, primero, no se respetó a la víctima (Ociel Baena) al enterrarlo junto a su agresor solo por dar un mensaje político; y segundo, las banderas de activismo político abiertamente anticatólico como el LGBTIQ+, no tienen lugar en un templo.
Ante la pregunta de ACI Prensa sobre la colocación de las banderas, el Arzobispo comentó que “si pusieron aquellas banderas, que para ellos significaban tanto, bueno, respetamos eso”. ¿Es posible respetar aquello que tiene como consigna destruir a la familia, rechazar la Doctrina Social de la Iglesia, avalar el pecado y corromper a los niños? El Padre Rafael Pacaníns habló fuerte y claro al respecto desde su cuenta de X.
Abran los ojos, sacerdotes y obispos: esa bandera LGBT no es símbolo del "respeto, compasión y delicadeza" con el que debemos tratar a quienes sufren una inclinación "objetivamente desordenada" (CIC #2358). No vivan engañados. Esa bandera es el estandarte ORGULLOSO de un mal🧵
— P. Rafael Pacaníns (@PRafaelLC) November 15, 2023
El sacerdote explicó con citas al catecismo por qué la Santa Iglesia Católica no puede caer en estas trivialidades y dejar de ser de Dios para agradar al mundo.
Abran los ojos, sacerdotes y obispos: esa bandera LGBT no es símbolo del “respeto, compasión y delicadeza” con el que debemos tratar a quienes sufren una inclinación “objetivamente desordenada” (CIC #2358). No vivan engañados. Esa bandera es el estandarte ORGULLOSO de un mal que ha causado tanto dolor, tanta humillación y tanta crisis de fe en los últimos años (abuso sexual de niños y adolescentes, libertinaje, mutilaciones, promiscuidad, etc.). Clericalismo es también imponer tus opiniones personales y engañar a los laicos.
Padre Rafael Pacaníns
Las ideologías contrarias a la vida, a la dignidad humana, al plan amoroso de Dios y a la verdad sobre las realidades después de la muerte nunca tendrán cabida donde tenía que predicarse únicamente el Evangelio de Jesucristo. Discernimiento no es inventarte tu propia moral: es leer el Catecismo #2357, #2358 y #2359 y vivirlo congruentemente. Somos administradores, hermanos sacerdotes, nunca dueños.
“No existe ningún problema”, continuó el vicepresidente de la CEM, porque “no fue intención de ofender a nadie”. “Ellos también son bienvenidos a todos los servicios que la Iglesia pueda ofrecer”, concluyó en su declaración a ACI Prensa.
Oremos por nuestra Santa Iglesia Católica, por sus sacerdotes, por sus Obispos y por las vocaciones, para que no se desvíen del camino del Señor en su afán por agradar al hombre.