Un destacado obispo estadounidense ha pedido que se regrese a las prácticas penitenciales de abstinencia de carne los viernes y ayuno durante el Adviento y los Días de Témpora.
Las Témporas son tres días de ayuno que se observan periódicamente durante el año litúrgico; la práctica se mantenía universalmente en la Iglesia antes de 1969.
En la sesión plenaria de otoño de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), el arzobispo Borys Gudziak, arzobispo metropolitano de la Arqueparcidad de Filadelfia en la Iglesia católica ucraniana y presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la USCCB, hizo la recomendación a todos los obispos reunidos.
En una presentación de debate sobre la encíclica Laudato si del Papa Francisco, el arzobispo Gudziak sugirió que los obispos de rito latino reintroduzcan las prácticas penitenciales de ayuno y abstinencia que se observaron durante mucho tiempo en la Iglesia antes del Vaticano II.
“Una segunda sugerencia: podríamos renovar la tradición de abstenernos de comer carne los viernes”, dijo el arzobispo Gudziak, y citó el ejemplo de los obispos católicos de Inglaterra y Gales, quienes en 2011 “reintrodujeron la práctica anterior al Vaticano II, que en realidad es de hace 2.000 años, de abstenerse de comer carne todos los viernes”.
La práctica actual del rito latino en los Estados Unidos es la observancia del ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, y la abstinencia de carne esos días, así como todos los viernes de Cuaresma. La abstinencia de carne los demás viernes se recomienda, pero no es obligatoria, aunque los viernes se deben seguir manteniendo como día de penitencia mediante algún acto de penitencia voluntaria.
El arzobispo dijo que el regreso a las antiguas celebraciones penitenciales de la Iglesia en Inglaterra y Gales estuvo “inspirado por la visita pastoral del Papa Benedicto a Inglaterra ese año”. El arzobispo Gudziak elogió los beneficios “ambientales” y espirituales y dijo que en Inglaterra y Gales “los académicos calcularon los beneficios ambientales y son significativos”.
“Volver a la abstinencia del viernes sería bueno para el alma y para el planeta, tal vez para algo más, uniendo nuestra devoción al Señor y la reverencia por la creación del Señor”, añadió.
El arzobispo Gudziak añadió que reintroducir el ayuno y la abstinencia en la Iglesia latina podría ser una forma de unirla también con los ritos orientales.
“Además, el ayuno podría ser una oportunidad para el compromiso sinodal: explorar prácticas antiguas del rito latino, como las témporas o los ayunos de Adviento, y otras ricas prácticas cristianas orientales entre los católicos y otros”, concluyó.