El Global Disinformation Index, organización que recibió fondos del Global Engagement Center, que depende del Departamento de Estado, y que elaboró listas negras de medios conservadores para evitar que las empresas anuncien en ellos, hizo lo propio con los medios que hablaban de una filtración de laboratorio del COVID-19. Esta censura tercerizada hoy cobra mayor relevancia pues dicha hipótesis es ahora compartida (vaya momento para cambiar de postura) por el Departamento de Energía.
El Washington Examiner informó que “un grupo de rastreo de “desinformación” respaldado por el Departamento de Estado que elabora listas negras de medios de comunicación conservadores presionó a las empresas de publicidad para que castigaran a los sitios web que promovían la teoría de la “filtración de laboratorio” del COVID-19, que según una agencia federal es ahora el origen más probable del virus”.
“El Global Disinformation Index, un grupo británico con dos organizaciones sin ánimo de lucro afiliadas en Estados Unidos”, continúa la publicación, “ha seguido siendo objeto de críticas por facilitar listas negras de noticias conservadoras a empresas de publicidad. Esta misma entidad, financiada por el gobierno, presionó repetidamente a las empresas para que cortaran lazos con sitios web que promovían la antaño supuesta “conspiración” de la derecha de que COVID-19 surgió de un laboratorio, algo que el Departamento de Energía concluyó recientemente que es probable basándose en información de inteligencia”.
“GDI forma parte de [una] inquietante constelación de organizaciones de censura emergentes que descendieron todas ellas para sofocar simultáneamente el discurso en línea sobre los orígenes de COVID”, declaró al Washington Examiner Mike Benz, ex funcionario del Departamento de Estado y director de Foundation For Freedom Online, una organización de vigilancia de la censura.
La nota también da cuenta de que “un informe publicado el domingo por el Wall Street Journal reveló que el Departamento de Energía ha determinado que una fuga en un laboratorio es el culpable más probable de la propagación del COVID-19. En 2021, el FBI dijo con “confianza moderada” que una fuga de laboratorio es probablemente la causa de la pandemia, mientras que la CIA y otra agencia no han llegado a una conclusión”.
“GDI, que elabora una “lista dinámica de exclusión” destinada a que las marcas ataquen sitios web conservadores como el Washington Examiner, ha publicado varios informes sobre la supuesta desinformación del COVID-19. El grupo recibió, en particular, 665 000 dólares combinados entre 2020 y 2021 del Global Engagement Center, respaldado por el Departamento de Estado, y del National Endowment for Democracy , un grupo sin fines de lucro que ha dicho que ya no financiará a GDI”, añade el Examiner.
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Foto: Fusion Medical Animation / Unsplash