En una columna en The Federalist, Tristan Justice analiza los datos que no sólo muestran que la asistencia a los servicios religiosos por parte de los estadounidenses ha disminuido, sino que también está disminuyendo la importancia que la religión tiene para ellos. Pero Justice observa además que este declive religioso coincide con una crisis de estilo de vida que ha hecho que los estadounidenses busquen desesperadamente pastillas diseñadas por las grandes farmacéuticas para cualquier problema aparente. Interesante.
Tristan Justice escribió en The Federalist que “la asistencia a la iglesia está disminuyendo en Estados Unidos, y esto tiene consecuencias desastrosas para una nación que ya está espiritualmente al límite”.
“Según nuevos datos de Gallup, la asistencia a la iglesia en Estados Unidos sigue por debajo de los niveles anteriores al cierre. Sólo el 31 % de los adultos encuestados este año dijeron a Gallup que habían asistido a una iglesia, sinagoga, mezquita o templo en los últimos siete días. Gallup realizó la encuesta entre el 1 y el 24 de mayo”, señala la nota.
“En los cuatro años anteriores a la pandemia, de 2016 a 2019, un promedio del 34 % de los adultos estadounidenses dijeron que habían asistido a la iglesia, sinagoga, mezquita o templo en los últimos siete días”, informó la firma encuestadora, según el autor. “Desde 2020 hasta el presente, el promedio ha sido del 30 %”, continúa.
“Los estadounidenses no sólo asisten menos a los servicios religiosos tras los cierres por pandemia, sino que informan de que la religión es mucho menos importante”, dice Justice, y añade que “el declive religioso del país coincide con una crisis de estilo de vida que ha hecho que los estadounidenses busquen desesperadamente pastillas diseñadas por las grandes farmacéuticas para cualquier problema aparente”.
“Casi 80 millones de estadounidenses toman una letanía de medicamentos psiquiátricos que van desde antidepresivos y ansiolíticos hasta fármacos para el TDAH, según la Comisión Ciudadana Internacional de Derechos Humanos. El verano pasado, The New York Times declaró la era posterior al bloqueo “La era de la distracción””, agrega la publicación.
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Foto: karl-fredrickson/unsplash