Funcionarios cubanos reconocieron esta semana que el deterioro económico del país ha llegado a un punto alarmante, sin un camino claro hacia la recuperación, informó Havana Times.
El ministro de Economía, Joaquín Alonso, dijo a los legisladores, el 14 de julio, ante la Comisión Económica de la Asamblea Nacional, que la economía del país se ha estado contrayendo durante cinco años, con grandes pérdidas en industrias clave y una caída general del 11% en la producción económica.
El presidente Miguel Díaz-Canel admitió que los ingresos actuales del Estado no alcanzan para cubrir materias primas esenciales, ni para estabilizar el mercado de divisas local ni abastecer las tiendas estatales.
“Tratamos de resolver los problemas reasignando recursos escasos, pero eso ya no es suficiente”, dijo, según Havana Times.
Las cifras pintan un panorama desolador. La economía cubana se contrajo más del 1 % en 2024, muy por debajo de las proyecciones iniciales. Desde 2019, sectores clave como la agricultura, la minería y la manufactura han experimentado algunas de las caídas más pronunciadas, hasta un 53 % solo en la producción primaria. Los comunicados oficiales señalaron que estas cifras podrían subestimar la magnitud de la crisis.
El informe se publica en un contexto de aumento de precios, escasez de combustible, estancamiento de las importaciones y un creciente desequilibrio comercial, según Havana Times. Si bien ciertas exportaciones, como el tabaco y los mariscos, mostraron signos de resiliencia, la mayoría de los productos tuvieron un rendimiento inferior.
Las exportaciones alcanzaron apenas el 62% de su objetivo para el primer semestre de 2025, mientras que el turismo, otrora una fuente vital de ingresos, también se quedó atrás. Las llegadas de extranjeros no alcanzaron las proyecciones, y el turismo interno se redujo más del 5%.
El gobierno también informó sobre el aumento de la deuda externa, la disminución de la inversión y la disminución de la eficiencia de las empresas estatales. Alonso citó la inflación, las deudas impagas y la inestabilidad fiscal como preocupaciones persistentes.
“El régimen cubano no ha podido frenar la caída libre de la economía y ahora admite, cada vez con más contundencia, que el modelo actual ha llegado a su límite”, informó Havana Times . “Pero en lugar de emprender reformas profundas, se aferra a medidas parciales, culpa a factores externos y sigue comprometido con un enfoque de control fallido”.
A pesar de algunos intentos limitados de adaptación, el liderazgo de Cuba envió una señal clara, según Havana Times : el modelo económico actual del país ya no puede sostenerse.
“El pesimismo en el Parlamento simplemente refleja el sentimiento generalizado en las calles”, informó el medio. “La economía cubana está, literalmente, en caída libre”.