El Presidente de CatholicVote, Brian Burch, hace una reflexión en el marco de los tres días más importantes del año.
Cada año me hace más humilde.
En tan sólo unas horas, entramos en los tres días más sagrados de todos los tiempos: el Santo Triduo.
Asistiremos a la Misa de la Cena del Señor, fundamento de todas nuestras fiestas y de toda nuestra esperanza de salvación.
Seguiremos a Cristo hasta Su agonía en el Huerto de Getsemaní, luego subiremos al Monte Calvario y seremos testigos de Su ejecución.
Y velaremos ante el sepulcro sellado.
En sus últimos años, el Papa San Juan Pablo II escribió: “En el Triduo Pascual fijaremos más intensamente nuestra mirada en el rostro de Cristo, rostro de sufrimiento y de agonía, que nos ayuda a comprender mejor el drama de los acontecimientos y situaciones que afligen a la humanidad incluso en estos días .“
Eso es lo que más me golpea.
Aquí en CatholicVote, nuestro trabajo se centra en eventos históricos muy reales, eventos que pueden moldear el futuro de nuestra nación y de nuestra Iglesia.
Pero cada año recuerdo que todo lo que hacemos para proteger la libertad religiosa, defender la santidad de la vida humana, elegir representantes buenos y justos y evangelizar a Estados Unidos… todo encuentra su propósito en estos tres días.
¿Y cuál es ese propósito?
Hacer que Cristo sea conocido y amado.
Para asegurarnos de que nuestros hijos y los hijos de sus hijos sean libres de vivir la verdad de que Jesucristo, el Hijo de Dios, tomó sobre sí nuestros pecados y venció la muerte para hacernos libres.
Las palabras me fallan aquí….
Sólo puedo pedirte una cosa ante el rostro de Cristo sufriente:
Oren por nuestra Iglesia. Oren por América. Oren por la misión de CatholicVote. Oren para que en todo lo que hagamos podamos ser instrumentos de la Buena Nueva que celebraremos en los próximos días.
Este año y todos los años, oro para que a través de nuestro recuerdo solemne de la Pasión de Cristo nuestros deseos egoístas disminuyan para que Él pueda aumentar y cumplir Su voluntad en nosotros y en el trabajo que realizamos.
Nuestro Señor tomó sobre Sí mismo todos nuestros defectos en Su crucifixión.
¡Qué podría ser más glorioso que la esperanza que tenemos en el Señor Resucitado!
En nombre de todos nosotros en CV, les deseo a ustedes y a sus seres queridos un bendito Triduo y una feliz y santa Pascua.
PD: Los dejo con una cita más de nuestro amado San Juan Pablo II… ¡un anticipo de nuestra alegría pascual!
“El día de Pascua, cuando en todos los rincones de la tierra resuene el cántico: ‘El Señor de la vida estaba muerto, ahora vivo triunfa’… podremos comprender y amar la Cruz de Cristo para siempre.
¡Porque en la Cruz Cristo venció al pecado y a la muerte para siempre!”