El mal busca normalizarse. Y cuando anda suelto y desbocado, como parece estarlo en estos días, nos distrae y engaña hasta el punto de que, ante una noticia como esta que llega de Canadá, corramos el riesgo de enfrascarnos en una discusión acerca del “consentimiento” o del significado de una muerte “razonablemente previsible”, y de pasar por alto el hecho de que esta propuesta parece ser una perversa invitación a los niños a matarse.
The Christian Post informó que “una comisión parlamentaria ha pedido que se amplíe el programa de suicidio asistido de Canadá para que los “menores maduros” cuya muerte sea “razonablemente previsible” puedan acelerar su muerte sin el consentimiento de sus padres”.
“La Comisión Mixta Especial sobre Asistencia Médica a Morir presentó su informe la semana pasada para su debate en la Cámara de los Comunes, recomendando que los menores puedan optar al suicidio asistido por un médico”, continúa la publicación.
Según el medio, “los menores “que se considere que tienen la capacidad necesaria para tomar decisiones en el momento de la evaluación” deberían poder acogerse al Programa de Asistencia Médica para Morir (MAID) del país, señala el informe en una lista de 23 recomendaciones”.
The Christian Post también da cuenta de que “la comisión insta al gobierno canadiense a “emprender consultas con los menores sobre el tema de la MAID, incluidos los menores con enfermedades terminales, los menores con discapacidades, los menores en el sistema de bienestar infantil y los menores indígenas, en un plazo de cinco años a partir de la presentación de este informe””.
“El informe también recomienda que el consentimiento paterno no sea siempre necesario en determinados casos si un menor puede optar al suicidio asistido”, añade la publicación.
Según el artículo, la recomendación del informe señala que “que el Gobierno de Canadá establezca el requisito de que, cuando proceda, se consulte a los padres o tutores de un menor maduro en el curso del proceso de evaluación para el MAID, pero que, en última instancia, tenga prioridad la voluntad de un menor que se considere que tiene la capacidad necesaria para tomar decisiones”.
“Aunque el informe recomendaba ampliar el MAID a los menores”, resalta la publicación, “pedía restringirlo sólo a los jóvenes cuya muerte sea “razonablemente previsible””.
El texto continúa diciendo que “el informe no proponía un límite de edad para el suicidio asistido, afirmando que “la elegibilidad para el MAID no debería ser denegada basándose únicamente en la edad.” En cuanto al consentimiento paterno, el informe final recomienda que se consulte a los padres “cuando proceda””.
Puede leer el artículo completo en inglés aquí.
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Foto: National Cancer Institute / Unsplash