La justicia alcanzó a Lucy Letby, la enfermera y asesina serial quien ha sido hallada culpable de la muerte de siete recién nacidos tras una historia de terror ocurrida en la unidad neonatal del hospital Condesa de Chester, Inglaterra donde Letby inyectó insulina, aire y leche de forma forzada a bebés.
La enfermera acabó con la vida de los cinco bebés varones y a dos niñas en la unidad neonatal del hospital Countess of Chester, en el norte de Inglaterra, donde trabajó en 2015 y 2016. Algunos de los que atacó eran gemelos: en un caso asesinó a ambos hermanos, en otro mató a dos de tres trillizos y en dos ocasiones asesinó a un gemelo pero fracasó en sus intentos de matar al otro.
Algunos testimonios fueron leídos y otros escuchados en videos pregrabados por los padres de las criaturas antes de que se dictara una sentencia de cadena perpetua contra la enfermera. “Creíste que tenías el derecho a jugar a Dios con la vida de nuestros hijos”, dijeron los padres de los mellizos que Letby atacó, uno de los cuales murió.
Por su parte, los padres de los bebés que sobrevivieron los intentos de asesinato de Letby afirmaron que los pequeños han quedado discapacitados. Ninguna de las víctimas ni de sus familiares fueron identificados por nombre durante el juicio. El magistrado Philip Asbury leyó el comunicado de parte del padre de la bebita G, a quien Letby intentó matar en septiembre de 2015. La bebé quedó severamente discapacitada, certificada como ciega, que tiene que ser alimentada por método intravenoso, con parálisis cerebral y escoliosis progresiva. “Nunca irá a una fiesta de pijamas, ni irá a la escuela, ni tendrá un novio, ni se casará”, comunicaron los padres de la bebita G.
“Lucy Letby destruyó nuestras vidas” dijo el padre de dos hermanos asesinados por la enfermera. “El odio que tengo hacia ella nunca se irá”, continuó, en un video pregrabado y reproducido ante el tribunal.
Trasladada en junio de 2016 a un servicio administrativo, Letby fue detenida una primera vez en 2018, y luego en 2019. Finalmente fue encarcelada en noviembre de 2020. Tras diez meses de juicio, aún quedan sombras sobre sus motivaciones. Los investigadores encontraron notas escritas en sus casas. En una de ellas, había escrito: “Soy diabólica, lo hice”. Pero en otras clamaba su inocencia.
El fallo “no evitará el dolor extremo, la ira y el sufrimiento que todos hemos sentido”, reaccionaron las familias de las víctimas en un comunicado. “Quizás no sabremos nunca por qué pasó esto”, añadieron.
Una de las preguntas que quedan sin resolver es por qué Letby no fue detenida antes, cuando la prensa británica indica que un grupo de médicos habría emitido alertas desde 2015.
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Foto: jimmy-conover/unsplash