La Iglesia en Irlanda impulsa un nuevo leccionario con “lenguaje inclusivo”, sustituyendo expresiones bíblicas tradicionales por fórmulas modernas. Una decisión que, lejos de profundizar en la Palabra de Dios, abre la puerta a la secularización y a la pérdida de la auténtica tradición católica.
Según informa Infocatólica, la Iglesia en Irlanda ha decidido modificar el leccionario de la Santa Misa para adaptarlo a un lenguaje “más inclusivo”. Así, lo que durante siglos se transmitió como Palabra de Dios será retocado para que no suene “excluyente”, en una clara concesión al espíritu del mundo.
Se anoticia lo siguiente: “El nuevo leccionario para la misa en Irlanda contará con un lenguaje más inclusivo en sus lecturas bíblicas, y se espera que «atraiga más profundamente a los fieles a la Palabra de Dios», según el padre Neil Xavier O’Donoghue, secretario ejecutivo de Liturgia de los obispos irlandeses”.
El nuevo texto, basado en la Revised New Jerusalem Bible de 2019, sustituirá a la Jerusalem Bible que se empleaba desde hace más de cincuenta años. Los cambios son atroces porque allí donde la Escritura decía “hombres” o “hermanos”, ahora aparecerán fórmulas como “hombres y mujeres”, “hermanas y hermanos” o simplemente “personas”. Es decir, se reemplaza lo que la Biblia expresa con la excusa de atraer mejor a los fieles, siguiendo los lineamientos de la “inclusión radical” propuestos para el pastoreo en los últimos años.
El padre Neil Xavier O’Donoghue, secretario ejecutivo de liturgia de los obispos irlandeses y miembro del comité editorial, asegura que no se trata de una versión “woke”, sino de un uso “más reflexionado” del lenguaje. Sin embargo, resulta evidente que esta operación no se entiende fuera de la ideología dominante, esa misma que hoy pretende reescribir incluso lo sagrado para que encaje con la mentalidad secular. Se alega que el objetivo es que los católicos tengan “un encuentro más profundo con Cristo en la Palabra de Dios”, pero lo real es que nose puede encontrar a Cristo si se desfigura su Palabra para contentar al mundo; simplemente no se puede servir a Dios y al mundo, no se puede servir a dos señores. Una consulta pública en Irlanda, con apenas 150 aportaciones individuales y un puñado de organizaciones, fue presentada como aval suficiente para este cambio que, en realidad, abre la puerta a una adulteración sistemática del texto bíblico. Todo da a entender que esa revolución laicista finalmente se consolidó frente a su mayor enemigo que era la Iglesia Católica.
Lo más preocupante es que esta iniciativa no se limita a Irlanda ya que se trata de un proyecto conjunto con las conferencias episcopales de Australia y Nueva Zelanda. La plaga del lenguaje inclusivo, tan ajena a la tradición católica y tan propia del modernismo, amenaza con extenderse en todo el ámbito de habla inglesa, con el beneplácito de pastores que parecen más preocupados en agradar al mundo que en custodiar el depósito de la fe.
El primer volumen, correspondiente a domingos y solemnidades, ya está revisado, y los demás se completarán antes de 2026. Todo quedará sujeto a la aprobación de los obispos y la confirmación de Roma. Si nada lo impide, antes de que termine la década los fieles tendrán en sus parroquias un leccionario “inclusivo”, una nueva muestra de cómo se va sustituyendo la herencia de la Tradición por experimentos modernistas que diluyen la verdad revelada.