En una declaración inesperada difundida en la mañana del 30 de abril, la Congregación de Cardenales abordó dos preocupaciones planteadas por algunos críticos, aclarando que estas cuestiones no afectarán la legitimidad o validez del próximo cónclave, un momento crucial para la Iglesia.
Algunos comentaristas han argumentado que el cónclave podría ser invalidado canónicamente porque el papa Francisco nombró a 135 cardenales electores, superando el límite de 120 establecido por el papa Juan Pablo II en su Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis. Los críticos señalan que el papa Francisco no modificó las normas vigentes antes de crear este mayor número de cardenales electores.
Otros han expresado su preocupación por la incertidumbre en torno al estatus del cardenal Giovanni Angelo Becciu.
Despojado de sus privilegios cardenalicios por el papa Francisco en 2020, Becciu afirmó posteriormente que su estatus le había sido efectivamente restaurado cuando fue invitado al último consistorio, un evento reservado para cardenales.
En su comunicado, los cardenales reunidos en Roma manifestaron que desean “dar a conocer las dos siguientes cuestiones de procedimiento sobre las que han tenido la oportunidad de reflexionar y debatir en los últimos días”.
Español Abordando la cuestión del número de cardenales electores, la Congregación afirmó que el Papa Francisco, “al crear un número de Cardenales superior a 120, según lo establecido por el n. 33 de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de San Juan Pablo II, del 22 de febrero de 1996, en el ejercicio de su poder supremo, ha dispensado de esta disposición legislativa, por lo que los Cardenales que excedan el número límite han adquirido, de acuerdo con el n. 36 de la misma Constitución Apostólica, el derecho a elegir al Romano Pontífice, desde el momento de su creación y publicación”.
Sobre este tema, expertos como el cardenal Gianfranco Ghirlanda han señalado que el Código de Derecho Canónico, concretamente el canon 331, establece que el Papa, en virtud de su oficio, «posee la potestad ordinaria suprema, plena, inmediata y universal» sobre la Iglesia. Esto se interpreta como que es el legislador supremo.
En cuanto al estatus del cardenal Becciu, el comunicado señala que él, “teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, así como para contribuir a la comunión y serenidad del Cónclave, ha comunicado su decisión de no participar en el mismo”.
Todo cardenal elector conserva la libertad de excusarse de participar en el cónclave. Por ejemplo, el cardenal Keith O’Brien de Escocia, aunque cumplía los requisitos por edad y salud, decidió no participar en el cónclave de 2013 que eligió al papa Francisco, tras las acusaciones de comportamiento inapropiado que surgieron poco antes.
El comunicado concluye: “La Congregación de Cardenales expresa su aprecio por el gesto realizado y espera que los órganos judiciales competentes puedan esclarecer definitivamente los hechos”.