Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago (CCAC) anunció recientemente que despedirá a 300 empleados como resultado de la reducción de contratos gubernamentales, explicando en parte que “la financiación no se ha mantenido a la altura de las altas tasas de inflación”.
CCAC pondrá fin a 75 contratos gubernamentales en julio, “como parte de un nuevo plan estratégico que, según Caridades Católicas, cambiará su modelo de negocio para depender menos de la financiación pública”, informó el medio local Chicago Sun Times (CST):
Los contratos, que financian el 12% de su presupuesto, cubren cuidado infantil, programas para jóvenes, asesoramiento sobre salud conductual, atención para personas mayores, protección de adultos, servicios para veteranos y centros de llamadas. El grupo se negó a compartir los nombres de los contratos.
El cardenal Blase Cupich de Chicago afirmó que la junta de la CCAC se está embarcando en “un importante ejercicio estratégico, uno que todas las organizaciones importantes deben realizar periódicamente”.
“Los felicito por su valentía, visión y compromiso para profundizar el impacto de la Iglesia en favor de los más vulnerables de la región”, añadió Cupich.
CCAC atiende a más de 400.000 personas anualmente, especialmente personas mayores de bajos ingresos, personas en crisis, jóvenes, mujeres y veteranos.
Aunque utiliza fondos públicos, “a medida que los presupuestos locales, estatales y federales se han vuelto cada vez más ajustados, el apoyo gubernamental a los servicios humanos continúa reduciéndose”, se lee en una página web de la CCAC. “En Caridades Católicas, el apoyo de nuestro gobierno ha caído más del 20% durante la última década, mientras que la demanda de nuestros servicios crece exponencialmente”.
En un comunicado, la presidenta y directora ejecutiva de la CCAC, Sally Blount, explicó que la organización tiene como objetivo disminuir su dependencia de la financiación gubernamental, para “aumentar el tiempo, la atención y los recursos que dedicamos a los servicios que estamos excepcionalmente preparados para ofrecer como organización humanitaria privada.”
“Durante la última década, navegar por el sector de servicios gubernamentales se ha vuelto más complejo y la financiación no ha seguido el ritmo de las altas tasas de inflación”, continuó Blount. “Eso significa que muchos contratos ya no cubren sus costos directos, y mucho menos los crecientes costos de administrarlos”.
CST informó que el 73% de los ingresos de la CCAC provinieron de subvenciones y tarifas gubernamentales en 2023. La mayoría de los empleados que perdieron sus empleos trabajan para contratos gubernamentales y “recibirán indemnizaciones por despido y asistencia con la búsqueda de empleo en las organizaciones hermanas de Caridades Católicas, incluidas Mercy Home, Misericordia y Maryville”, señaló CST.
El presidente de la junta, Michael Monticello, también explicó en el anuncio que la junta determinó “que si queremos aumentar nuestro impacto en los próximos años, debemos afinar nuestro enfoque estratégico y al mismo tiempo, reducir el tiempo que nuestro personal dedica a navegar en un proceso de financiación gubernamental cada vez más complejo e incierto”.