Para decepción de muchos católicos, Trump ha reafirmado recientemente su apoyo a la fertilización in vitro (FIV). Sin embargo, sigue comprometido con la protección de los bebés en las etapas avanzadas del embarazo, en contraste con Harris, quien apoya sin reservas el aborto en etapas tardías y rechaza las protecciones para los bebés que sobreviven al aborto.
No obstante, las recientes declaraciones de Trump sobre la FIV y las excepciones al aborto han llevado a muchos católicos a preguntarse si pueden moralmente votar por él en noviembre.
Trump ha expresado que apoyaría mandatos para incluir la FIV en los planes de seguros. Como señaló Brian Burch de CatholicVote, “Obligar a los estadounidenses a pagar por la FIV, que implica la destrucción de innumerables embriones humanos vivos, es inaceptable”.
Pero a diferencia de Harris, Trump dejó claro en su primer debate con la vicepresidenta Harris que no apoya el aborto al menos después del séptimo mes de embarazo. Debido a su énfasis en la caída de Roe, que devolvió el debate sobre el aborto a los votantes en sus respectivos estados, no abordó el aborto en las etapas más tempranas del embarazo.
En contraste, Harris afirmó rotundamente que firmaría una legislación federal para legalizar el aborto a nivel nacional durante el debate. “Les prometo que, cuando el Congreso apruebe un proyecto de ley para restaurar las protecciones de Roe v. Wade, como presidenta de los Estados Unidos, lo firmaré con orgullo”, declaró.
Si bien estas declaraciones no deben ignorarse, es importante recordar los esfuerzos de la administración de Trump para responder a las demandas del movimiento pro-vida en todo el país.
Lo más notable es que, durante su presidencia, Trump nominó a tres jueces para la Corte Suprema de los EE. UU., quienes tuvieron una influencia significativa en la revocación de Roe v. Wade.
También firmó órdenes ejecutivas para proteger la libertad religiosa de grupos como las Hermanitas de los Pobres, además de reinstaurar la “Política de la Ciudad de México”, que prohibió la financiación federal a organizaciones no gubernamentales (ONG) que proporcionan abortos en el extranjero.
La encíclica Evangelium Vitae del Papa San Juan Pablo II afirma: “En el caso de una ley intrínsecamente injusta, como una ley que permite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito obedecerla, o ‘participar en una campaña de propaganda a favor de dicha ley, ni votar por ella’”.
Al votar por un candidato, estamos votando por las leyes que pretende apoyar y firmar.
La encíclica también aclara:
“… un funcionario electo, cuya oposición absoluta al aborto procurado fuera bien conocida, podría lícitamente apoyar propuestas destinadas a limitar el daño causado por tal ley y a reducir sus consecuencias negativas en el nivel de la opinión general y la moral pública. Esto no representa una cooperación ilícita con una ley injusta, sino un intento legítimo y adecuado de limitar sus aspectos malignos” (73).
Esta estipulación proporciona una justificación para que los católicos apoyen a Trump, ya que votar por él limitaría el mayor mal que probablemente se cometería durante una presidencia de Harris, en relación con el aborto.
Como católicos, tenemos “el derecho y el deber de participar en la sociedad, buscando juntos el bien común y el bienestar de todos, especialmente de los pobres y vulnerables”, como se afirma en la guía de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos sobre la enseñanza social católica.
Esto proviene de las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica, que establece: “Es necesario que todos participen, cada uno según su posición y papel, en la promoción del bien común. Esta obligación es inherente a la dignidad de la persona humana”.
Existe un llamado y una necesidad de que los católicos voten este noviembre.
Defender la dignidad de los demás mediante la protección de la vida de los no nacidos es central en nuestras vidas católicas porque “…la medida de toda institución es si amenaza o mejora la vida y la dignidad de la persona humana”.
En esta elección, cada voto cuenta.
No votar por Trump porque no ha sido perfecto en los temas de la vida es permitir que Harris gane en las urnas, y por eso mi voto por Trump este noviembre será un voto pro-vida.