El efecto dominó del conflicto en curso en el Medio Oriente ha significado una Cuaresma “interminable” para los sirios, afirmó el Arzobispo de Damasco en su mensaje para la Cuaresma de este año.
“El pueblo sirio no tuvo que esperar a que llegara la Cuaresma, sus vidas ya están llenas de austeridad y sacrificios diarios”, dijo el arzobispo maronita de Damasco, Reverendísimo Samir Nassar, en su mensaje para la Cuaresma, según un reciente informe de Asia News.
Los cristianos en Siria han estado viviendo bajo una “cuaresma forzada” durante los últimos 13 años, afirma el informe, señalando que la guerra en Gaza se ha convertido rápidamente en un “conflicto regional” con tensiones en el Mar Rojo que tienen efectos catastróficos en Siria.
El arzobispo Nassar continuó:
Desde hace 13 años, nuestras familias viven un ayuno forzado que cada día es más pesado, que parece un calvario sin fin.
Sin calefacción para los ancianos frágiles por el frío del invierno, sin leche para los recién nacidos, escasez de numerosos medicamentos que agravan enfermedades y dolencias, pobreza extrema. Esas son las condiciones que conducen a la muerte de muchos.
Considerada alguna vez como la esperanza del futuro, la generación joven se siente asfixiada y desesperada. La pobreza, la falta de empleo, la imposibilidad de formar nuevas familias, la imposibilidad de solicitar visas y salir del país debido al cierre de los consulados, eliminando así su última esperanza. Un bloqueo total con sanciones devastadoras.
Además, añadió Nassar, la posibilidad de escapar en barcos de refugiados ha tenido consecuencias fatales para muchos.
“¿No es todo lo anterior una forma de eutanasia forzada que lenta y seguramente se está imponiendo a esa población pobre y desposeída?” preguntó, concluyendo: “Confiemos nuestras preocupaciones a Nuestra Señora de la Resurrección”.