Alejandro Bermúdez, que en este momento lidera el equipo de CatholicVote en Roma por el sínodo, nos comparte 5 formas de identificar engaños tendenciosos de la prensa hegemónica.
En su podcast “Punto de Vista”, Alejandro Bermúdez comenta un artículo que leyó, utilizando ejemplos prácticos que podríamos siempre tener en cuenta para poder identificar cuándo los medios de comunicación manipulan la información en favor de una postura o una causa.
1. Atención a las imágenes que se eligen: Cuando están cubriendo una noticia que a ti te interesa o que te llama la atención por el lenguaje que están utilizando, ya te está empujando a que tú creas algo sin siquiera saber muy bien de qué cosa se trata, para decirte quiénes son los buenos y los malos. Por ejemplo: “Congresista ultra conservador se opone a matrimonio igualitario”. Tú no sabes ni siquiera quién es, ni qué significa matrimonio igualitario. Es un término inventado por el lobby LGBT para que suene a un matrimonio en igualdad de condiciones legales. Algo que beneficie equitativamente a todos.
A todos nos gusta la palabra “igual”. Nos gusta que las cosas sean igualitarias porque nos suena que es justo. Eso es un excelente ejemplo de manipulación por el titular. Pero ya te pusieron una imagen que lo hace ver mal, desarreglado, enojado, iracundo, loco. Si la imagen exagera o deshonra al personaje, ya sabemos que pretende manipular.
2. Atención a los titulares inflamatorios: Aquí usan palabras y términos que, acompañados de una mala foto, tienen una clara intención. Un ejemplo de manipulación de titular y texto podría ser el de Casey DeSantis. Eligen la peor foto que tiene y sacan de contexto una declaración suya. Titular que acompaña una mala foto de ella: “Casey DeSantis grita al vacío”. A la gente le llama la atención la noticia pero ¿qué es lo que dice? Que ella dijo que su esposo, que es católico, padre, felizmente casado y consecuentemente republicano conservador, es una mejor opción que Trump y un mejor modelo de cabeza de familia (lo cual es cierto).
Sin embargo, el medio dice que ella “grita al vacío”, o sea, que lo que dice se lo lleva el viento o cae en saco roto, porque Trump es el favorito por el grueso votante conservador. ¿Por qué tendrían que comparar una opinión con una estadística solo para menospreciar el liderazgo de la primera dama de Florida? He ahí, manipulación mediática.
3. Atención con el lenguaje activista: Aquí podemos poner un ejemplo tristemente cotidiano: “salud reproductiva” o “salud sexual y reproductiva”. Este es un termino inventado. Es un eufemismo para decir aborto y ha sido creado por el lobby abortista. Esto no surge de un lenguaje científico o médico, sino de las cumbres de población de la ONU para tratar de que, todos aquellos que se oponen al aborto, dejen de hacerlo. Es más fácil plegarse a que todos estamos de acuerdo con que todos tengan “salud reproductiva”, porque es importante para las mujeres. ¿A quién le preocupa la “salud reproductiva” de los hombres? ¡A nadie! Si nosotros nos morimos de cáncer de próstata, que es muchísimo más común y frecuente que, por ejemplo, el cáncer de mama (que por cierto no se considera “salud reproductiva”), a nadie le importa y esa sí es reproductiva.
Otro ejemplo es cuando se habla de leyes que se oponen a la “afirmación de sexo/género” ¿qué es “afirmación” de “género”? Alguien, puede ser un chiquillo menor de edad, que quiera “transicionar” a un sexo contrario al que tiene desde el nacimiento. Entonces, a la verdad objetiva tratan de convertirla en subjetiva: “le fue asignado al nacer”.
Podríamos seguir con el tema de la “actividad cardíaca en el feto” que usan para no hablar de “palpitaciones del bebé no nacido”. Yo he visto medios, hasta autoridades eclesiásticas que ya comienzan a usar esos términos. “Nos oponemos al ‘matrimonio igualitario'”, dicen. ¿Por qué llaman a ‘matrimonio igualitario’ al intento de unión matrimonial de dos personas del mismo sexo? Ni es matrimonio, ni es “igualitario”. Ese es el término que se ha concebido para venderlo como un tema de justicia y hacer pensar al resto que los que se le oponen son unos miserables.
4. No creas en afirmaciones que no están debidamente argumentadas: ¿Por qué algunas leyes se dicen “antitrans”? ¿Por qué un periodista diría eso? Bueno, presentan la noticia como “ley antitrans” pero lo que realmente busca es evitar que se permita “transicionar” a niños a espaldas de los padres. No estoy exagerando, la cantidad de niños (OJO, NIÑOS, NO ADOLESCENTES, NIÑOS) que son consentidos con el asunto de disforia, son enviados a un “terapista” y este empieza a ser tratado como del sexo opuesto sin consultar a los padres. Hay casos en que estas “terapias” dicen que se necesita “atención médica” y sugieren hormonar al menor. ¡Eso está pasando masivamente en EE.UU. y en Reino Unido! En Reino Unido ya se prohibió pero en Estados Unidos depende de cada estado, pero por ejemplo en California, los profesores tienen PROHIBIDO avisarle a los padres que su hijo tiene la intención de “transicionar”. El profesor puede hasta ir a la cárcel por violar la “intimidad” del niño. No hay argumento razonable, no tiene sentido, no se debe tomar en cuenta. Tiene que tener fuentes diversas, todas las posturas y no puede ir contra el sentido común.
5. Cuidado con la información arbitrariamente seleccionada: Muchas veces utilizan un medio con una postura clara, por ejemplo, la ONU y un “experto” en algo ridículamente específico para poder afirmar el punto (algún experto en género y diversidades de la universidad San Grandísimo, ¿no?). Este último no tiene las credenciales de quizá, la autoridad de la ONU seleccionada, pero están a favor del mismo tema, solo que uno con más intensidad que el otro. Claro, al final se discrimina y se tiene en cuenta al profesional de más credenciales, pero se ignora la postura contraria y no se está dando la información completa. Esa es deshonestidad intelectual y engaño.
Con esto, tenemos un manual rápido para identificar a los medios que buscan manipular a la audiencia. Si quieres escuchar el podcast completo, te lo dejamos aquí.
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Foto: dole777/unsplash