Después de que el Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud en Denver retratara de forma blasfema a Jesús como una mujer, la Madre Angélica pronunció su más enérgica reprimenda en vivo y en directo, denunciando lo que consideraba erosión de la doctrina, abusos litúrgicos y un rechazo a las creencias católicas fundamentales.
Este es nuestro momento Madre Angélica.
En una decisión decepcionante, el cardenal Blase Cupich, arzobispo de la Arquidiócesis de Chicago, ha anunciado sus planes de rendir homenaje al senador estadounidense Dick Durbin (demócrata por Illinois) con un “Premio a la Trayectoria” por su labor en favor de los inmigrantes.
El senador Durbin, católico, ha servido en el Senado de los Estados Unidos desde 1997. Es uno de los políticos proaborto más notorios que haya ocupado un escaño en el Capitolio, votando en contra de la defensa de los no nacidos en cada oportunidad que ha tenido. Incluso votó en contra de la legislación que garantiza la atención vital para los bebés que sobreviven a abortos fallidos. Actualmente, Durbin patrocina una legislación para prohibir a los estados restringir incluso los abortos tardíos a “todas las personas con capacidad de concebir: mujeres cisgénero, hombres transgénero, personas no binarias, quienes se identifican con un género diferente y otros”.
Las poderosas organizaciones abortistas Planned Parenthood y NARAL Pro-Choice America lo califican como 100% a favor del aborto, mientras que los grupos provida le dan cero puntos. Y no se trata solo del aborto. Durbin ha adoptado posturas contrarias a la Iglesia en diversos temas, incluyendo la financiación de cirugías transgénero.
El senador Durbin no ha dejado lugar a dudas sobre su postura. El 15 de marzo de 2023, tuiteó: “El aborto es un derecho fundamental. RT si estás de acuerdo”.
La injustificable defensa del cardenal para tomar tal decisión se centró en dos pilares: primero, que la residencia del senador ha cambiado.
Sin embargo, como aclaró el obispo Paprocki y reveló una búsqueda de registros, la residencia principal del senador Durbin sigue siendo Springfield. Desde 2004, al senador Durbin se le ha prohibido recibir la Sagrada Comunión en la Diócesis de Springfield. Su obispo, el obispo Thomas Paprocki, ha confirmado que la prohibición sigue vigente. El obispo Paprocki ha solicitado a su hermano, el cardenal Cupich, que rescinda los planes de la Arquidiócesis de Chicago de otorgarle el premio.
La solicitud del obispo Paprocki al cardenal Cupich ha sido secundada hasta la fecha por el arzobispo Salvatore Cordileone de San Francisco; el obispo James Conley de Lincoln, Nebraska; el obispo James Wall de la Diócesis de Gallup en Arizona y Nuevo México; el obispo David Ricken de Green Bay, Wisconsin; el obispo Carl Alan Kemme de Wichita, Kansas; y el obispo Joseph Strickland, ex obispo de la Diócesis de Tyler, Texas.
La atención que este asunto está recibiendo por parte de los hermanos obispos del cardenal Cupich indica la importancia de este asunto para la Iglesia a nivel nacional. Todas las miradas están puestas en Chicago. Si un hombre con el historial del senador Durbin es honrado allí, ¿qué mensaje se está transmitiendo a los fieles de todo el país?
Su respuesta a esta crítica constituye su segunda defensa. El cardenal Cupich ha justificado sus planes de renidr homenaje a Durbin, afirmando: «En el corazón de la ética coherente de la vida se encuentra el reconocimiento de que la enseñanza católica sobre la vida y la dignidad no puede reducirse a un solo tema, ni siquiera a uno tan importante como el aborto».
Si bien es cierto que la enseñanza católica defiende la dignidad de la vida en toda circunstancia, de principio a fin, San Juan Pablo II advirtió contra la dilución del singular mal del aborto. En Evangelium Vitae, el Papa escribió que «el aborto provocado… esta gravedad moral no puede compararse con ningún otro delito contra la vida humana». Pretender lo contrario no es una «ética coherente», sino una distorsión que corre el riesgo de excusar la cooperación con una grave injusticia. El Cardenal Cupich también actúa en directa contradicción con el documento de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos sobre el aborto, Católicos en la Vida Política, que dice:
“La comunidad católica y las instituciones católicas no deben honrar a quienes actúan en contra de nuestros principios morales fundamentales. No se les deben otorgar premios, honores ni plataformas que sugieran apoyo a sus acciones”.
Instrucciones similares se encuentran en el manual de políticas de la Arquidiócesis de Chicago (Libro Uno, §2201).
También resulta lamentable que el Cardenal Cupich entregue este premio al Senador Durbin en nombre de la Oficina de Dignidad Humana y Solidaridad de la Arquidiócesis de Chicago. No hay mayor afrenta a la dignidad humana y la solidaridad que el aborto.
Por lo tanto, te pedimos que te unas a nosotros en la protesta contra este premio. Right to Life of Illinois planea protestar pacíficamente contra el evento del 3 de noviembre y nuestro propio Josh Mercer, cofundador y vicepresidente de CatholicVote, estará entre los oradores. Pueden unirse a ellos registrándose aquí (perdona que por ahora la forma para llenar esté en inglés).
Esperamos que la protesta no sea necesaria. Pero este es nuestro momento Madre Angélica.
Con tu ayuda, aún podemos convencer al Cardenal Cupich de que cambie de rumbo.
Por favor, vayan al Centro de Acción CatholicVote, donde pueden enviar un mensaje directamente a la oficina del Cardenal Cupich, instándolo a no otorgar este premio al Senador Durbin.
Y si el Cardenal no cambia su postura, nosotros, los fieles bautizados, habremos cumplido con nuestro deber católico de defender la santidad de la vida.
Defiende tu fe y la santidad de la vida HOY. Y después de firmar, reenvía este mensaje a quien esté dispuesto a hacer suyo este llamado.
¡Adelante con valentía!
Kelsey Reinhardt
Presidente de CatholicVote