¿Soy solo yo?
¿O las audiencias de confirmación de esta semana han sido las mejores de la historia?
Hemos tenido grandes momentos, pero uno realmente destacó.
La candidata de Trump a Fiscal General, Pam Bondi, no se anduvo con rodeos en su audiencia en el Senado hoy.
En lugar de ello, transmitió un mensaje poderoso al pueblo estadounidense: el flagrante uso del Departamento de Justicia como arma contra los católicos debe terminar.
Fue una condena feroz: “Hay que acabar con los ataques a los padres en las reuniones de la junta escolar… hay que acabar con el envío de informantes a las iglesias católicas”.
Durante años, los católicos han soportado el peso del abuso de poder del Departamento de Justicia. Y CatholicVote ha estado dando la voz de alarma sobre la peligrosa tendencia del gobierno a atacar a los católicos, ya sea etiquetándonos de “extremistas” por mantenernos firmes en la defensa de la vida y la familia, o bien espiando al FBI a los católicos y llamándonos “terroristas domésticos” sólo por asistir a misa.
No fue sólo un ataque a la Iglesia, fue un ataque frontal a nuestras libertades religiosas más básicas.
El gobierno ha intentado silenciarnos, intimidarnos y avergonzarnos por mantenernos firmes en nuestra fe. Pero a pesar de estos esfuerzos, la Iglesia y los fieles han perseverado.
Ahora todo está cambiando.
Y todo es gracias a ti.
Con su ayuda, CatholicVote elevó este tema a nivel nacional. El presidente Trump respondió uniéndose a nuestra causa y prometiendo poner fin a los ataques contra los católicos. Nos alienta que su candidata Pam Bondi esté dispuesta a remediar esta injusticia.
Desde que los denunciantes expusieron el “memorando de Richmond”, que demuestra que el FBI alentó a múltiples oficinas de campo a enviar informantes a parroquias católicas y oficinas diocesanas, hemos trabajado incansablemente para amplificar el mensaje.
Incluso demandamos al FBI.
Obtuvimos la atención de aliados como el senador Marco Rubio (pronto será Secretario de Estado) y el entonces senador JD Vance.
Pero eso no fue suficiente. Tuvimos que ganar la Casa Blanca y recuperar el propio Departamento de Justicia.
Y lo hicimos. Los católicos entregaron el voto a Donald Trump.
Candidatos como la ex fiscal general de Florida Pam Bondi no se enfrentarían hoy al Senado si hubiéramos perdido las elecciones: son personas que pondrán a los estadounidenses primero, defenderán la libertad y harán cumplir la ley de manera justa y fiel.
La situación está cambiando. Las voces de los católicos comunes que defendieron su fe en las urnas ahora se escuchan en Washington.
Ha llegado el momento de actuar y exigir responsabilidades a los funcionarios gubernamentales y a nuestros representantes electos. No podemos permitir que esta extralimitación del gobierno siga sin control.
La postura audaz de Pam Bondi es sólo el comienzo. Por eso, apoyémosla para exigir que el Departamento de Justicia ponga fin a los ataques contra los católicos y la libertad religiosa.
Este es nuestro momento para reformar Estados Unidos.
Oremos por Pam Bondi.
Oremos por sabiduría y fortaleza para todos nuestros líderes.
Oremos por nuestra gran nación.