El Departamento de Seguridad Nacional anunció el jueves que revocó la certificación de la Universidad de Harvard para admitir estudiantes internacionales, acusando a la institución de poner en peligro la seguridad nacional.
La Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ordenó la terminación de la participación de Harvard en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP), impidiendo efectivamente que la universidad admita nuevos estudiantes extranjeros y requiriendo que los actuales inscriptos internacionales se transfieran o perderán su estatus legal.
“La dirección de Harvard ha creado un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiamericanos y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, incluyendo a muchos estudiantes judíos, y obstruyan de otras maneras su otrora venerable entorno de aprendizaje. Muchos de estos agitadores son estudiantes extranjeros”, declaró el departamento en un comunicado el jueves , añadiendo que la universidad “facilitó y participó en actividades coordinadas” con el Partido Comunista Chino.
La medida sigue a la negativa de Harvard a cumplir con una solicitud de Noem del 16 de abril para obtener registros de estudiantes internacionales acusados de actividad criminal u otra mala conducta que los haría inelegibles para permanecer en los EE. UU.
This administration is holding Harvard accountable for fostering violence, antisemitism, and coordinating with the Chinese Communist Party on its campus.
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) May 22, 2025
It is a privilege, not a right, for universities to enroll foreign students and benefit from their higher tuition payments… pic.twitter.com/12hJWd1J86
“Esta administración responsabiliza a Harvard por fomentar la violencia, el antisemitismo y coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus”, escribió Noem en X. “Es un privilegio, no un derecho, que las universidades matriculen a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para contribuir a aumentar sus multimillonarias dotaciones”.
La medida marca una escalada en los esfuerzos de la administración Trump para responsabilizar a las universidades de élite por lo que llama políticas de “izquierda radical”.
El mes pasado, la administración congeló más de 2.200 millones de dólares en subvenciones federales a Harvard después de que la universidad se negara a eliminar sus programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y no abordara el antisemitismo en el campus.
Harvard condenó rápidamente la decisión del jueves, calificando la medida de ilegal.
“Estamos plenamente comprometidos con mantener la capacidad de Harvard para acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, provenientes de más de 140 países, quienes enriquecen enormemente a la universidad y a esta nación”, declaró Jason Newton, portavoz de Harvard. “Estamos trabajando con rapidez para brindar orientación y apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta represalia amenaza con causar graves daños a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard”.
Según datos de la universidad , los estudiantes internacionales representaron más del 27% de su alumnado durante el año académico 2024-2025.
En su carta a la universidad, Noem dejó claro que Harvard tiene 72 horas para proporcionar la información solicitada si desea recuperar su certificación SEVP.