Un alto ejecutivo de una empresa de software fue presionado para que añadiera sus pronombres en la plataforma de comunicación interna, pero el pronombre escogido resultó muy incómodo para al menos dos trabajadores: “Asignado por Dios”. Según la demanda presentada por el ejecutivo, su empleador violó las leyes que prohíben la discriminación religiosa. Lo grave, sin embargo, no es sólo haber negado ese “pronombre” alusivo al Creador, sino haberlo obligado a identificarse con este lenguaje político e impuesto.
Zero Hedge informó que “Chard Scharf fue despedido por la empresa de software Bitwarden, un servicio de almacenamiento en línea de información confidencial. Scharf ocupaba el cargo de Vicepresidente de Ingeniería de Software en la sede de Jacksonville (Florida)”.
“La demanda alega que Bitwarden violó los derechos de Scharf en virtud del Título VII contra la discriminación religiosa al permitir a otros empleados publicar pronombres preferidos en sus perfiles de empleado, pero prohibir a Scharf utilizar su pronombre preferido basándose en sus creencias religiosas”, señala la nota.
“Si Chad hubiera dejado de lado sus creencias religiosas y hubiera consentido que Bitwarden promoviera la ideología de género, no habría sido despedido”, declaró Jennifer Vasquez, abogada de Scharf, a The Epoch Times, según cita la nota, “lo que significa que sus creencias religiosas fueron la causa de su despido”, continuó.
“Bitwarden violó el Título VII cuando colocó al Sr. Scharf en una clase desfavorecida al promover su ideología de género, cuando no aprobó su solicitud razonable de adaptación y cuando lo despidió”, afirma la demanda, citada en la publicación.
“Según la demanda, Scharf fue presionado en repetidas ocasiones para que añadiera sus pronombres preferidos a su perfil de empleado de Slack en el marco de la “iniciativa de inclusión” de su empresa. Slack es una plataforma utilizada para la comunicación intraempresarial”, continúa la nota.
Zero Hedge añade que “cuando Scharf añadió “Asignado por Dios” a su página de perfil de empleado, se le dijo que lo retirara, según alega en su denuncia. Scharf, católico, dijo a su empresa que no participaría en su petición de elegir pronombres preferidos porque formaba parte de una ideología de género que iba en contra de sus creencias religiosas Dijo a los directivos de Bitwarden que creía que sólo hay dos sexos y “que el género no puede cambiarse, elegirse ni manipularse”, y que la empresa le discriminaba por no adaptarse a sus creencias”.
“Según la demanda, dos empleados del departamento de recursos humanos de la empresa se quejaron de que se sentían acosados por las declaraciones religiosas de Scharf”, resalta el medio.
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Foto: mohammad-rahmani/unsplash