Casi 150 parejas celebraron este fin de semana su vocación en una misa especial de aniversario de bodas organizada por la Diócesis de Wilmington, Delaware, informó The Dialog el 10 de febrero.
El obispo William Koenig de Wilmington, Delaware, concelebró la misa con el padre Ed Ogden en la iglesia de Santa Margarita de Escocia el 9 de febrero, según el artículo de Dialog, que es el medio de comunicación de la Diócesis.
Todas las parejas casadas de la diócesis fueron invitadas a participar en el evento anual, que fue presentado por la Oficina para el Matrimonio y la Familia de la diócesis. La diócesis ha acogido la misa de aniversario de bodas durante más de 30 años.
En la conmemoración de este año, 11 de las parejas celebraban más de 60 años de matrimonio, según Dialog . El marido y la mujer que llevaban casados más tiempo celebraban su 68º aniversario.
El 10 de enero , The Dialog informó que las parejas que asistieran a la misa y cuyo aniversario de matrimonio coincidiera con un período de cinco años recibirían un certificado especial en reconocimiento de su compromiso. Aquellos que celebraran 50 años o más también recibirían un certificado.
La misa se celebró durante la Semana Nacional del Matrimonio, una celebración anual que promueve los matrimonios saludables. El obispo Robert Barron, presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de los Obispos Católicos de Estados Unidos, comentó sobre la belleza de la fidelidad en esta vocación.
“La Semana Nacional del Matrimonio recuerda a las parejas que su compromiso es un signo y una fuente de esperanza para el futuro”, dijo el obispo Barron en un comunicado de prensa de la USCCB del 6 de febrero, “y una fuente de amor ejemplar que resuena a través de las generaciones”.
La vocación del matrimonio es un testimonio contracultural, añadió.
“En el mundo de hoy, las relaciones a menudo se consideran algo desechable”, dijo el obispo Barron. “El compromiso de fidelidad y amor que implica el matrimonio es una fuente de esperanza para todas las generaciones. Es un antídoto contra la soledad y el desánimo de muchos jóvenes de hoy y merece que le demos prioridad como Iglesia y como sociedad”.