En medio de informes de que el presunto asesino de Laken Riley era un inmigrante ilegal venezolano con antecedentes penales, los observadores señalan una correlación entre la disminución de la tasa de criminalidad en Venezuela y la intensificación de la crisis en la frontera sur de Estados Unidos.
“La tasa de homicidios en Venezuela fue una crisis masiva para el país”, señaló recientemente el comentarista político Mike Cernovich en X. “La tasa de homicidios ha disminuido drásticamente desde que [el presidente] Joe Biden abrió las fronteras. Ahora [Estados Unidos] experimenta estos asesinatos y ataques de pandillas”.
Cernovich citó un par de artículos para mostrar la drástica disminución de los asesinatos en la nación sudamericana.
Un artículo de 2019 se refirió a la tasa de homicidios de Venezuela como “disparada” y agregó que ha “hundido a la nación en una crisis de salud pública”.
Sin embargo, Cernovich también citó un artículo de Bloomberg de diciembre de 2023 en el que se reconoce que la tasa de homicidios del país es la “más baja desde 2001”. El artículo también reconoce que esto se produce cuando un número récord de inmigrantes están abandonando el país.
“La tasa de muertes violentas en Venezuela cayó a su nivel más bajo en más de dos décadas luego de años de migración masiva cuando tanto criminales como víctimas huyeron de la crisis económica del país”, escribió la autora Andreina Itriago Acosta en el artículo.
El escritor Nate Hochman respondió a Cernovich: “Y ahora, Venezuela se niega a aceptar a los ciudadanos venezolanos que Estados Unidos está tratando de enviar a casa”.
Hochmann hizo referencia a un artículo del Wall Street Journal (WSJ) de la semana pasada. “El Tío Sam vuelve a pagar la factura de los problemas de otros países”, enfatizó.
El WSJ informó el 22 de febrero: “Venezuela ha cumplido su amenaza de dejar de aceptar vuelos de migrantes deportados de Estados Unidos y México… agregando presión al presidente Biden a medida que el aumento de la migración ilegal se convierte en un tema clave en las elecciones presidenciales de este año”.
El ciudadano venezolano José Antonio Ibarra asesinó al estudiante de enfermería de la Universidad de Georgia (UGA), Laken Riley, el jueves pasado en el campus de la UGA. Riley tenía sólo 22 años en el momento de su muerte.
Días después de que surgieran por primera vez los informes sobre el asesinato, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) confirmó que el asesino había ingresado ilegalmente al país cruzando la frontera entre Texas y México.
Un informe de Brietbart del lunes estableció además que “fue liberado en el interior de Estados Unidos a través del proceso de libertad condicional de Biden”. CatholicVote informó el mes pasado que las políticas de libertad condicional de la administración Biden habían permitido que al menos un millón de inmigrantes ingresaran al país.
Antes de matar a Riley, Ibarra había acumulado antecedentes penales bien establecidos.
El New York Post indicó el lunes que el asesino “se escapó dos veces de las manos de las autoridades el año pasado” y evitó por poco la deportación mientras se encontraba en la ciudad de Nueva York.
El Post señaló que Ibarra “fue arrestado en Queens el 31 de agosto y acusado de poner en peligro a un niño”, pero “fue liberado antes de que los funcionarios de inmigración pudieran presentar una solicitud para pedir a la policía local que lo mantuviera bajo custodia”.
“Ibarra también era buscado con una orden de arresto en Georgia por ignorar una comparecencia ante el tribunal por robo en una tienda en diciembre”, añadió el informe del lunes del Post.
Nuevas declaraciones juradas sobre el arresto de Ibarra publicadas el martes revelan detalles espantosos del asesinato de Riley.
FOX News informó que, según las declaraciones juradas, “Ibarra ‘cometió el delito de agresión agravada cuando maliciosamente causa daño corporal a otra persona al desfigurar gravemente el cuerpo [de Riley] o un miembro del mismo al desfigurar su cráneo”.
La declaración jurada no identifica el arma que el presunto asesino utilizó para golpear a Riley.
“Por el delito grave de ocultar la muerte de otra persona, la declaración jurada de arresto acusa a Ibarra de ‘arrastrar a la víctima a un área apartada’”, agregó FOX.
FOX señaló además que la policía “aún no ha revelado exactamente cómo fue asesinada Riley, sólo que su muerte fue causada por un traumatismo contundente”.
Según el informe del martes del New York Post, el sospechoso de asesinato “enfrenta ocho cargos, incluidos asesinato grave, encarcelamiento falso y secuestro y ocultación de la muerte de otra persona”. “Las autoridades dijeron que no hay evidencia de que [Ibarra] conociera a Riley”, señaló además el Post.