Los demócratas se presentan como defensores de la democracia y la justicia, pero sus acciones demuestran lo contrario. Desde la censura hasta la persecución de adversarios políticos, aplican la ley de manera selectiva para consolidar su poder. ¿Los ven indignados por el escarche, acoso y violencia a Tesla?
Desde hace años, los demócratas han hecho de la supuesta defensa de la democracia y la justicia social su estandarte, pero una y otra vez vemos cómo aplican un doble rasero descarado cuando les conviene. Basta con analizar su postura sobre temas como la censura, el medioambiente, la justicia criminal y la persecución de adversarios políticos para darnos cuenta de que no buscan el bien común, sino el poder absoluto.
Uno de los ejemplos más evidentes de esta hipocresía es su actitud hacia la violencia política. Cuando los disturbios de BLM y Antifa destruyeron ciudades enteras en 2020, los demócratas minimizaron el caos, llamándolo “protestas pacíficas”. Pero cuando el 6 de enero ocurrió el asalto al Capitolio, de inmediato lo catalogaron como “terrorismo doméstico” y usaron el evento como excusa para perseguir a miles de ciudadanos. La ley solo se aplica cuando les conviene.
There is zero tolerance for acts of vandalism against Tesla. Spraying the words "nazi cars" or lighting fire to dealership and chargers is wrong. Period. All Democrats should condemn it. https://t.co/4VF6dgy3BV
— Ro Khanna (@RoKhanna) March 11, 2025
Mientras los demócratas dicen luchar contra el cambio climático, atacan sin cesar a Tesla y a Elon Musk, una de las compañías que más ha hecho por la transición a energías limpias. Esto ocurre porque Musk ha desafiado su narrativa y se ha convertido en una voz disidente. El mismo gobierno de Biden que subsidia compañías ineficientes de energía “verde” ignora los logros de Tesla solo porque su fundador no se pliega al dogma progresista.
New program for the NPCs https://t.co/aBCdx8Jfqo
— Elon Musk (@elonmusk) March 20, 2025
Los demócratas se presentan como los defensores de la “libertad de expresión”, pero han encabezado una de las campañas de censura más agresivas de la historia moderna. Desde las redes sociales hasta los medios tradicionales, han trabajado en conjunto con las grandes corporaciones tecnológicas para silenciar a voces conservadoras. Twitter Files y otros informes han revelado cómo la Casa Blanca presionó a plataformas para censurar información sobre Hunter Biden, el COVID-19 y las elecciones de 2020.
Cuando Trump impulsó la investigación de la corrupción demócrata, fue acusado de “abusar del poder”. Sin embargo, el gobierno de Biden ha usado al FBI y al Departamento de Justicia para perseguir a opositores, incluyendo a padres de familia que protestan en reuniones escolares y a manifestantes pro-vida. Mientras tanto, los crímenes de Hunter Biden y otros aliados demócratas quedan impunes.
Los demócratas han demostrado una y otra vez que su discurso sobre la democracia y la justicia social es solo una cortina de humo para avanzar su agenda política. Usan la ley de forma selectiva, persiguen a sus adversarios y manipulan la información para mantener el control. La pregunta es: ¿Hasta cuándo los ciudadanos permitirán este abuso antes de exigir responsabilidad? Es momento de desenmascarar su doble rasero y exponer su hipocresía ante el mundo.