Durante una audiencia reciente ante el Comité Judicial de la Cámara sobre “violaciones del debido proceso y cuidado de afirmación de género”, el representante Mike Johnson (Republicano por Louisiana), mostró parte de una entrevista que había sido censurada hace un tiempo, del Dr. Blair Peters, quien realiza cirugías transgénero en menores y adultos en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon en Portland. Esta demostró cuán experimental y no estudiada es la atención médica de “afirmación de género”.
La entrevista con Peters expone mucho más que la barbarie de la cirugía de “afirmación de género”. También prueba que la casa que construyó la ideología de género está construida sobre arena movediza. El temible “Dr. Frankenstein” es un cirujano plástico y reconstructivo cuyos “pronombres preferidos” (como si pudiera elegirlos) son “él/ellos”. Se especializa en cirugía de reasignación de género en las áreas facial, toráxica y genital pero enfatiza que la cirugía genital es “la mayor parte de mi práctica y es donde radica mi pasión”.
La entrevista en video con Peters, realizada hace aproximadamente un año, recibió demasiada atención no deseada después de su lanzamiento y luego fue censurada y la sacaron a toda costa de YouTube. Después de la audiencia del Comité Judicial del 27 de julio, el video completo volvió a aparecer en la aplicación de redes sociales X (antes Twitter).
El cirujano, que se describe como “queer”, dice que su objetivo es “ayudarlos [a los niños] a actualizar su forma de verse para que vean por fuera como se sienten por dentro”. En resumen, Peters dice que reconstruye los genitales de un paciente para “coincidir” con lo que el paciente cree que es su verdadero género. Un niño que cree que es una niña puede obtener una vaginoplastía. Una niña que cree que es un niño puede obtener una faloplastía.
La referencia de Peters a la autorrealización en la identidad de género tiene un propósito. Después de todo, la autorrealización encabeza la influyente jerarquía de necesidades del difunto psicólogo Abraham Maslow y se define como la plena realización del potencial creativo, intelectual y social de uno. En otras palabras, convertirse en todo lo que uno puede ser. Con ese fin, la ideología de género es autorrealización en su forma más brutal y equivocada. Las ofertas quirúrgicas de Peters lo prueban.
Durante la mayor parte de la entrevista, Peters habla sobre las opciones de cirugía “no binaria”, un concepto emergente dentro de la atención de “afirmación de género”. Tales cirugías reorganizan los genitales y/o el tejido del pecho de un paciente de una manera que no se alinea con ninguno de los dos sexos, supuestamente para combatir el llamado sesgo binario de hombre contra mujer en la sociedad.
Los cirujanos de afirmación de género, por ejemplo, pueden construir un aspecto de los genitales femeninos mientras omiten otros, lo que da como resultado una combinación antinatural de la construcción corporal original de un paciente masculino y su cuerpo fabricado quirúrgicamente. Asimismo, existen opciones quirúrgicas frankensteinianas para pacientes femeninas. Estas opciones pretenden eliminar el “sesgo binario” en la atención médica, argumenta Peters. Él dice que espera que tales opciones curen la disforia de género de los pacientes y les permitan una mayor soltura. Como si un trastorno mental se pudiera curar mutilando niños.
Aunque inicialmente las transiciones de género se entendían como un “cambio” de una presentación de género a otra (de hombre a mujer, o viceversa), este sistema de género binario aparentemente se ha vuelto demasiado restrictivo para algunos. Estas nuevas cirugías, afirma Peters, “tienen menos que ver con reforzar esta visión binaria de los genitales y la anatomía; y más [con] abrazar el concepto único que la persona tiene de sí misma”. El deseo de una autodefinición radical ha llevado al odio a todas las formas de categorización impuesta.
Romper la comprensión de la biología individual de uno fue solo el primer paso; ahora la ideología de género también debe romper la realidad del binario de género en sí. Fundamentalmente, las identidades de género como “no binario” y “género fluido” con sus correspondientes “soluciones” quirúrgicas son nuevas amenazas a la realidad.
Un artículo en Healthline.com afirma que “el género binario es la idea falsa de que solo hay dos géneros y que cada persona es uno de estos dos géneros”. Este argumento ataca una de las verdades más fundamentales de la existencia humana: cada ser humano es hombre o mujer. Toda la civilización humana ha operado de acuerdo con este principio desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, ahora, este entendimiento es de alguna manera controvertido.
El sabor de autorrealización radical de Peters indica una preferencia por algo, cualquier cosa, que no sean hombres y mujeres (o aquellos que se presentan de esa manera). ¿El problema? El binario en sí es todo lo que existe.
Peters debe dar cuenta del hecho de que el concepto de identidad de género tiene sus raíces en el género “binario”, o las categorías objetivas de hombre y mujer. Originalmente un sinónimo de “sexo”, el término “género” evolucionó para incluir los aspectos sociales y de desempeño del sexo de uno.
Pero a los ideólogos de género realmente no les importan los hechos, la realidad o la ciencia. Y el campo médico de afirmación de género está en constante evolución para adaptarse a esta ideología no binaria sin sentido. Todas las cirugías de afirmación de género están plagadas de riesgos y complicaciones, como admite abiertamente Peters. Y los efectos a largo plazo de estas nuevas cirugías no binarias son completamente desconocidos.
“Nadie lo ha publicado todavía… estamos aprendiendo y averiguando qué funciona”, dice Peters casualmente en la entrevista. Lo más inquietante en el debate de género es la edad de los pacientes con los que se está experimentando. Aunque Peters dice que trata de averiguar “qué funciona” y eliminar el “sesgo binario”, los niños menores de edad sometidos a estas cirugías genitales experimentan meses, o incluso vidas, de recuperación dolorosa, esterilidad, incontinencia y más.
En todos los demás contextos, la capacidad de los niños para tomar ciertas decisiones es limitada. No pueden celebrar contratos, beber alcohol ni votar. No pueden ser reclutados, hacerse un tatuaje o poseer propiedades.
Los niños no poseen la misma capacidad emocional y mental de los adultos. Todos los estados tienen una ley de mayoría de edad que separa a los adultos de los niños y dicta cuándo las personas tienen la edad suficiente, por ejemplo, para presentar una demanda o dar su consentimiento para un tratamiento médico general.
Permitir cirugías experimentales que mutilan permanentemente los cuerpos sanos de los niños es simplemente incompatible con tales leyes estatales. A raíz de la audiencia del Comité Judicial de la Cámara, los observadores deben reconocer que la ideología de género es un castillo de naipes y que en cualquier momento, colapsará por no tener una pizca de sentido común.
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Foto: arseny-togulev/unsplash