Un nuevo informe destaca el papel que desempeña China al alimentar la actual crisis del fentanilo en los Estados Unidos y exige más acciones del gobierno federal contra el enemigo geopolítico comunista.
La Fundación Heritage publicó el informe, del cual Fox News Digital obtuvo una copia anticipadamente, llamado “Responsabilizar a China y México de la crisis del fentanilo en Estados Unidos”.
El informe, de Andrés Martínez-Fernández y Andrew J. Harding, destacó la enorme cantidad de muertes vinculadas a la droga, que puede ser letal en pequeñas dosis y se estima que mató a 75.000 estadounidenses en 2023.
“En el corazón de esta crisis hay una intrincada asociación global que reúne al principal adversario geopolítico de Estados Unidos y a poderosas organizaciones criminales transnacionales”, dijeron.
Las autoridades han dicho con frecuencia que el fentanilo ilegal se crea en México utilizando precursores chinos y luego es contrabandeado a través de la frontera por los cárteles de la droga. A menudo se mezcla con otras drogas para que los usuarios no sepan que están ingiriendo fentanilo.
Los autores sostienen que, si bien el papel de México en la crisis es ampliamente conocido, las medidas chinas son en gran medida desconocidas.
“De hecho, aunque la mayoría de los estadounidenses lo desconozcan, el Partido Comunista Chino (PCCh) está financiando, apoyando e impulsando activamente la amenaza de la droga más letal de la historia de Estados Unidos. Las fuerzas combinadas de los letales cárteles de la droga mexicanos y las hostiles ambiciones chinas han provocado en Estados Unidos una crisis desestabilizadora y una cifra de muertos que cada año eclipsa el total de bajas estadounidenses en la guerra de Vietnam”, escribieron.
Señalan informes del Congreso que encontraron que el PCCh subsidia directamente la fabricación y exportación de materiales ilícitos de fentanilo, así como un programa de devolución de impuestos que en realidad incentiva la exportación de algunos precursores de fentanilo de una manera que, según los autores, socava las afirmaciones chinas de que no pueden controlar las actividades ilegales de los contrabandistas y no pueden identificar qué fabricantes los están exportando.
“También es posible que China no tenga una comprensión completa de los volúmenes específicos de envíos de precursores porque no asigna un número suficiente de inspectores a sus industrias de fabricación de productos químicos farmacéuticos”, escribieron.
El informe concluye que los productos químicos llegan a través de carga aérea, servicios postales y rutas marítimas. Los autores también señalan informes sobre un papel cada vez mayor de China en las redes de Canadá.
El gobierno de Biden ha tomado una serie de medidas para acabar con la crisis del fentanilo, entre ellas un mayor acceso al tratamiento y un aumento de la financiación y la tecnología en los puertos de entrada, donde se incauta la mayor parte del fentanilo. El informe señala que el Tesoro ha sancionado a docenas de personas y entidades implicadas en el contrabando y ha utilizado la diplomacia para conseguir que China se comprometa a adoptar medidas más duras contra los proveedores.
Sin embargo, los autores advirtieron que esos éxitos “probablemente suenen falsos”, argumentando que China históricamente ha utilizado las negociaciones para obtener otras concesiones de Estados Unidos.
“Además, los anuncios de China “no implican costos sustanciales para [su] industria química”, lo que significa que, mientras los proveedores puedan evadir las reglas, lo que se ha documentado durante años, la producción de precursores de fentanilo seguirá siendo rentable”, continuaron. “Si se repiten los patrones del pasado, es poco probable que la diplomacia del gobierno de Biden en materia de fentanilo pueda poner fin a este flagelo mortal”.
El informe también critica lo que llama “complicidad” entre funcionarios mexicanos corruptos y narcotraficantes, argumentando que el gobierno ha abandonado el pretexto de perseguir a los cárteles.
El informe recomienda que la estrategia estadounidense acepte que “carece de socios de buena fe, tanto en el gobierno chino como en el mexicano”. En cambio, sostiene que Estados Unidos debería pedir a las agencias de inteligencia estadounidenses que expongan públicamente la participación china en el tráfico de fentanilo, lo que incluye aumentar las sanciones a las instituciones financieras.