Tras un intento de resucitar el mandato de anticoncepción del HHS de la era Obama en marzo pasado, el Secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Xavier Becerra, emitió esta semana una regla revisada y final que preserva algunos derechos de conciencia de los estadounidenses con respecto a la anticoncepción y el aborto.
En enero de 2023, el HHS publicó una propuesta para rescindir las sólidas protecciones de conciencia creadas bajo la administración Trump. Esta acción desencadenó un “período de comentarios” durante el cual los partidarios de CatholicVote presentaron 9.604 cartas individuales objetando el mandato.
Como informó CatholicVote, el “mandato del HHS” se refiere “al requisito bajo Obamacare de que los empleadores paguen por los abortivos, los anticonceptivos y la esterilización en sus planes de seguro médico”.
“Ahora sabemos que el HHS tuvo que recibir más de 48.000 comentarios públicos en reacción a esta medida”, dijo el vicepresidente de CatholicVote, Josh Mercer.
“Los partidarios de CatholicVote dejaron claro que responsabilizarían a la administración Biden por este flagrante ataque a la libertad estadounidense que nos condenaría a aún más años de fea guerra legal”, añadió.
El mandato del HHS, implementado bajo el presidente Barack Obama en 2011, fue utilizado de manera más infame en una serie de demandas destinadas a obligar a las Hermanitas de los Pobres a pagar por los llamados “servicios” que violaban la conciencia de la comunidad religiosa. Después de múltiples casos en la Corte Suprema, las Hermanas y otras organizaciones religiosas obtuvieron exenciones por sus “creencias religiosas”.
La administración Trump amplió esta protección en 2019 para incluir organizaciones y empresas no religiosas que también se oponen por motivos morales.
Publicada el 9 de enero, la norma final de Becerra, “Salvaguardar los derechos de conciencia protegidos por los estatutos federales”, rescinde en gran medida esas protecciones federales de conciencia de la era Trump.
En el texto de la norma, el HHS afirma estar logrando un equilibrio entre el “derecho” de los estadounidenses a la anticoncepción y al aborto y el respeto de las creencias religiosas:
Algunos médicos, enfermeras y hospitales, por ejemplo, se oponen, por razones religiosas o morales, a realizar o derivar abortos o suicidio asistido, entre otros procedimientos. Respetar tales objeciones honra la libertad y la dignidad humana.
El Director de Asuntos Gubernamentales de CatholicVote, Tom McClusky, señaló:
¿Es esto una victoria para la libertad religiosa? Yo diría que podría haber sido mucho peor. La avalancha de protestas públicas impidió que el HHS nos enviara de regreso a 2011. Pero la regla definitivamente deja a los estadounidenses a merced de los caprichos de Becerra, y de si él siente que vale la pena aplicar las protecciones que tenemos.
McClusky también señaló que la administración Biden está enviando señales contradictorias.
“El nombre de Becerra también aparece en casos como Texas vs. Becerra, donde el HHS está intentando –y hasta ahora fracasado– obligar a los médicos de la sala de emergencias a realizar abortos electivos”, dijo McClusky.
Al señalar los esfuerzos para utilizar la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo Activo (EMTALA) para promover el aborto, McClusky agregó:
Por un lado, recibimos estas vagas protecciones del HHS, mientras que al mismo tiempo vemos a la administración llevar el tema hasta la Corte Suprema para utilizar EMTALA para promover su agenda radical sobre el aborto.