En medio de las escaladas en Medio Oriente tras un ataque militar estadounidense en territorio iraní, el Papa León XIV hizo un llamado urgente y apasionado a la paz durante su discurso del Ángelus del domingo, advirtiendo a la comunidad internacional de no caer aún más en un ciclo de destrucción irreversible.
“Siguen llegando noticias alarmantes de Oriente Medio, especialmente de Irán”, dijo el Papa al final del Ángelus , en referencia a la última acción militar. Expresó su especial pesar por el sufrimiento diario de la población, especialmente en Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.
El Papa León XIII también advirtió contra la indiferencia moral que puede entorpecer la atención mundial ante el sufrimiento continuo. «Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide paz», dijo. «Este es un clamor que exige responsabilidad y razón, y no debe ser acallado por el estruendo de las armas ni por la retórica que incita al conflicto».
Sin nombrar a naciones específicas, el Papa León enfatizó que la responsabilidad de la desescalada recae en todos. «Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra antes de que se convierta en un abismo irreparable».
El Pontífice también recordó a los fieles que «no hay conflictos distantes cuando está en juego la dignidad humana». Advirtió que «la guerra no resuelve los problemas; al contrario, los amplifica e inflige profundas heridas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en sanar».
“Ninguna victoria armada puede compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños ni los futuros robados”, afirmó con voz firme y triste.
¡Que la diplomacia silencie las armas! ¡Que las naciones diseñen su futuro con obras de paz, no con violencia y conflictos sangrientos!, dijo el Pontífice.
Las palabras del Papa siguen a la “Operación Martillo de Medianoche” del sábado, el mayor ataque con bombarderos B-2 en la historia de Estados Unidos, que culminó con el lanzamiento de 75 armas guiadas de precisión sobre las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan en Irán.
En un primer paso hacia lo que podría ser una represalia más amplia, Irán anunció que bloqueará el Estrecho de Ormuz, un paso marítimo comercial clave, e insinuó que podría atacar a algunos de los 40.000 militares estadounidenses estacionados en la región.
Durante una rueda de prensa televisiva el domingo por la mañana, altos funcionarios de la administración Trump aseguraron al público que el ataque fue un esfuerzo limitado para interrumpir las capacidades nucleares iraníes.
“No fue un ataque contra Irán, no fue un ataque contra el pueblo iraní, no fue un movimiento de cambio de régimen, esto fue diseñado para degradar y/o destruir tres sitios nucleares relacionados con sus ambiciones de armamento nuclear”, dijo el Secretario de Estado Marco Rubio en Face The Nation de CBS.
El vicepresidente JD Vance hizo un argumento similar en el programa Meet The Press de la NBC, afirmando que Estados Unidos no estaba en guerra con Irán, sino “con el programa nuclear de Irán”.