El Papa León XIV ha restaurado una larga tradición del Vaticano al otorgar un bono de 500 euros a cada empleado del Vaticano por sus servicios durante la sede vacante, el período entre papados.
La decisión restablece el llamado “bono del cónclave”, una costumbre que el Papa Francisco había suspendido en 2013 para destinar fondos a esfuerzos caritativos, según un artículo de Rome Reports.
Aunque el Papa Francisco había redirigido los fondos de bonificación enteramente a los pobres después de su elección, el Papa León mantuvo el aspecto caritativo haciendo también una donación a los necesitados, esta vez en forma de alimentos distribuidos por la oficina de caridad del Vaticano.
Aunque el Papa León no mencionó el bono durante su reciente discurso a los empleados del Vaticano, habló del valor de sus contribuciones diarias.
“Trabajar en la Curia Romana significa contribuir a mantener viva la memoria de la Sede Apostólica —en el sentido vital que acabo de mencionar— para que el ministerio del Papa pueda ejercerse de la mejor manera posible”, dijo. “Y, por analogía, esto también aplica a los servicios del Estado de la Ciudad del Vaticano”.
Según Rome Reports, el Vaticano emplea a aproximadamente 5.000 personas. Esto incluye a unas 2.000 que trabajan en la Curia Romana y unas 3.000 más en diversas instituciones, como los Museos Vaticanos, la Biblioteca Apostólica y la Farmacia.