Cultivar y valorar la comunión, la unidad y la universalidad en la Iglesia son cruciales, dijo el Papa León XVI en un discurso del 22 de mayo a los que llegaron a Roma desde más de 120 países para la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias.
Agradeció a los participantes su labor misionera, «indispensable para la misión evangelizadora de la Iglesia, como puedo atestiguar personalmente desde mi experiencia pastoral durante los años de mi ministerio en Perú. Las Obras Misionales Pontificias son, en efecto, el principal medio para despertar la responsabilidad misionera entre todos los bautizados y apoyar a las comunidades eclesiales en zonas donde la Iglesia es joven».
El Papa señaló que los esfuerzos de las sociedades incluyen cultivar vocaciones misioneras, brindar ayuda pastoral y catequética en territorios de misión y cuidar las necesidades básicas de los niños y su protección.
“La promoción del celo apostólico en el Pueblo de Dios sigue siendo un aspecto esencial de la renovación de la Iglesia, tal como la concibió el Concilio Vaticano II, y es aún más urgente en nuestros días”, dijo el Papa León. “Nuestro mundo, herido por la guerra, la violencia y la injusticia, necesita escuchar el mensaje evangélico del amor de Dios y experimentar el poder reconciliador de la gracia de Cristo”.
Los católicos están llamados a llevar a Cristo y el mensaje de paz del Evangelio a todas las personas, y las Obras Misionales Pontificias desempeñan un papel importante en esta misión, afirmó. Solicitó que los Directores Nacionales de las Obras Misionales prioricen las visitas a diócesis, parroquias y comunidades para dar testimonio de la importancia de la labor misionera en todo el mundo.
El Papa León ofreció luego una reflexión teológica sobre la comunión y la universalidad, que dijo son dos elementos de la identidad de las Sociedades.
Las sociedades “están llamadas a cultivar y promover aún más entre sus miembros la visión de la Iglesia como comunión de creyentes, animada por el Espíritu Santo, que nos permite entrar en la perfecta comunión y armonía de la Santísima Trinidad”, dijo.
“De hecho, es en la Trinidad donde todas las cosas encuentran su unidad”, continuó. “Esta dimensión de nuestra vida y misión cristianas me es muy cercana y se refleja en las palabras de san Agustín que elegí para mi servicio episcopal y ahora para mi ministerio papal: In Illo uno unum . Cristo es nuestro Salvador y en él somos uno, una familia de Dios, más allá de la rica variedad de nuestros idiomas, culturas y experiencias”.
Subrayó la importancia de centrarse y comprometerse con la universalidad de la Iglesia, en lugar de sólo con las comunidades eclesiales locales.
“La valoración de nuestra comunión como miembros del Cuerpo de Cristo nos abre naturalmente a la dimensión universal de la misión evangelizadora de la Iglesia”, dijo el Papa León, “y nos inspira a trascender los confines de nuestras parroquias, diócesis y naciones individuales, para compartir con cada nación y pueblo la inmensidad de la riqueza del conocimiento de Jesucristo”.
“Un enfoque renovado en la unidad y la universalidad de la Iglesia corresponde precisamente al auténtico carisma de las Obras Misionales Pontificias”, dijo. “Como tal, debería inspirar el proceso de renovación de los estatutos que han iniciado. En este sentido, expreso mi confianza en que este proceso confirmará a los miembros de las Obras Misionales de todo el mundo en su vocación de ser fermento de celo misionero en el Pueblo de Dios”.
El discurso completo del Papa León se puede leer aquí .